El primer veredicto del mercado tras la fuerte derrota del oficialismo será la apertura del dólar, a partir de las 10. Los primeros pronósticos de sociedades de Bolsa que circularon ayer por la noche, al divulgarse una diferencia cercana a los 14 puntos, hablaban de una apertura a niveles cercanos a los $50, tras haber cerrado a $46,35 el viernes.
La estabilidad cambiaria de los últimos meses estuvo sustentada en una supuesta mejora de Mauricio Macri en las encuestas. Hasta ayer la especulación era que la brecha con Alberto Fernández podría ser incluso inferior a 3%. Pero las PASO marcaron una realidad totalmente diferente, en principio no incorporada en los precios de los activos financieros, incluyendo la cotización del dólar.
Las incógnitas son múltiples apuntando a la apertura del mercado. ¿Qué hará el titular del Central, Guido Sandleris? En principio se estima que continuará con la misma estrategia de las últimas semanas: es decir, vendiendo futuros y subiendo la tasa para absorber todos los pesos posibles y evitar mayor presión sobre el tipo de cambio.
Pero nada asegura que tenga éxito en conseguirlo. Por lo tanto el principal interrogante es si estará dispuesto a vender reservas, algo para lo que está habilitado según se negoció con el FMI a fines de abril pasado. Hasta las PASO el BCRA consiguió controlar a la divisa y con eso se pensó que aumentaban las chances de reelección de Macri. Una estrategia que a la vista del resultado electoral no dio el resultado esperado.
Si efectivamente en la apertura el aumento del tipo de cambio se acerca al 10%, pondría en riesgo además el proceso de desinflación que se venía verificando en los últimos meses. Por lo tanto, el Gobierno tendría incentivo para evitar que se produzca un descalabro mayor de las variables financieras que termine contagiando a la economía real. Ayer se especulaba con posibles cambios de Gabinete, aunque suenan demasiado tarde para –como mínimo– llevar tranquilidad a los mercados.
Por otra parte, la expectativa está puesta también en el riesgo país, que se descuenta tendrá un fuerte salto. Tras haber descendido de los 800 puntos a fines de la semana pasada, las miradas estarán puestas en la magnitud del incremento después de las PASO. No sería extraño que vuelva a niveles de 1.000 puntos, con lo que los bonos argentinos pasarían a rendir alrededor de 15% anual en dólares y los de mediano y largo plazo posiblemente cerca de 20%.
Las incógnitas son múltiples apuntando a la apertura del mercado. ¿Qué hará el titular del Central, Guido Sandleris? En principio se estima que continuará con la misma estrategia de las últimas semanas, es decir vendiendo futuros y subiendo la tasa
Habrá que seguir muy de cerca las señales de Fernández, tras la gran elección y ya muy cerca de convertirse en nuevo presidente de la Nación. Él también tendrá responsabilidad a partir de ahora para generar serenidad en los mercados, explicar cuál es su plan de Gobierno y qué piensa hacer con el acuerdo con el FMI, el dólar y otras cuestiones.
A partir de ahora, lo más probable es que los mercados estén más atentos a los anuncios de Alberto Fernández que a las propias decisiones del Gobierno. El problema es que la transición hasta diciembre es larga, hay varios meses por delante y la gobernabilidad en este período será un tema complejo.