“La propuesta de un ASPI la propusimos en julio del año pasado y desde ese momento la compartimos en diferentes reuniones de asesoramiento con diferentes jurisdicciones. A partir de la emergencia del tema, preparamos un documento mucho más formal que entregamos la semana pasada a todas las autoridades con las que tenemos contacto, tanto a nivel municipal, provincial y nacional”, explica Daniel Feierstein, investigador del Conicet y uno de los impulsores del proyecto.
¿En qué consiste?
El ASPI es un aislamiento “selectivo”, es decir, que tiene en cuenta la zona geográfica y las actividades económicas comprendidas. Con esto, las medidas no tienen que ser en todas las jurisdicciones al mismo tiempo, sino que pueden permanecer por más días en áreas epidemiológicas más comprometidas. Asimismo es “planificado”, por lo tanto, prevé confinamientos previsibles y diseñados con la máxima antelación posible a partir de un calendario prefijado. Y, por último, es “intermitente”, los cierres eficientes (etapas de supresión) son continuados por períodos de reactivación controlada (mitigación). En cierta medida, la puesta en marcha de un ASPI podría ir en consonancia con la orientación que tuvieron las últimas medidas del gobierno. En el último DNU, el Ejecutivo propuso un lapso de restricciones estrictas por nueve días y luego, a partir de este lunes, un retorno a la fase previa con un esquema de actividades diferenciadas según la situación epidemiológica en cada territorio.
“El ASPI es un modelo teórico que planteamos hace meses junto a Rodrigo Castro y otros colegas que podría probarse. Se trata de una lógica intermitente y selectiva, que supone que los meses se organicen a partir de tiempos de cierres y de aperturas”, propone Feierstein.
“La estrategia está pensada para demoler una curva alta y llevarla a niveles lo suficientemente bajos como para que se pueda eliminar la circulación comunitaria, manteniendo controlada la cantidad de casos mediante rastreo y aislamiento de contactos estrechos”, expresa Rodrigo Castro, el otro Investigador del Conicet que propuso la iniciativa.
“Plantea un objetivo claro tras el cual alinearse, permite medir los éxitos alcanzados al finalizar cada ciclo y sobre todo podría eliminar de la ecuación muchos factores de incertidumbre que han venido debilitando el nivel de compromiso social necesario para que durante los períodos de cierre se logre reducir los contagios de manera significativa”, sostiene el referente del Instituto de Ciencias de la Computación de la Facultad de Exactas y Naturales (UBA).
¿Para qué?
El plan de restricciones y flexibilizaciones intercaladas por territorio y área de incidencia, es decir de cuarentenas estrictas con fechas concretas, procura el cumplimiento de varios objetivos. Por un lado, se busca mantener la situación epidemiológica controlada y, por otro, en los lapsos de aperturas, oxigenar a un sector considerable de la economía que se vio y todavía se observa muy afectado por cierres sostenidos.
Desde esta perspectiva, apunta Feierstein: “Su implementación es totalmente viable y oportuna en el momento actual. Hubiera sido mejor antes pero no deja de ser un buen contexto para hacerlo. Requiere de un carácter planificado, de manera que no sería efectivo si se declaran las restricciones un día antes de ser implementadas. El objetivo es adelantar las medidas con tiempo para que la sociedad pueda organizarse, según los cierres y las aperturas”. Luego completa: “Podría contribuir muchísimo al construir mayor previsibilidad y planificación. Puede funcionar como un aporte a la organización económica de cualquier empresa, laboral de cualquier trabajador e, incluso, a la salud mental de la población”.
Contar con un calendario, en este sentido, podría servir para organizar de una manera más precisa la vida económica y social de la población. Asimismo, un ASPI podría generar, nuevamente, un consenso alrededor de las medidas de cuidado para mitigar esta nueva ola que pone en jaque al sistema sanitario y que ocasiona un promedio de 500 muertes en cada jornada, publica el diario Página 12.