La medida incluye a los cuidadores de autos, cuidacoches, estacionadores o lavacoches, exceptuando la actividad de los Tarjeteros debidamente inscriptos. La iniciativa tomó estado parlamentario y pasó a la comisión respectiva para ser analizada por los ediles.
Al respecto, Avero indicó a Elonce TV que “esta práctica es extorsiva” y que hay “una apropiación del espacio público” por parte de quienes ejercen estas actividades.
Manifestó que “lo que impulsa esto es la situación social que se ve y el reclamo de los vecinos” dado que “ante estas situaciones extorsivas aparecen autos rayados o amenazas”. Y acotó que las sanciones previstas “son las que marca la justicia de faltas, que pueden ser días de arresto, tareas comunitarias y demás”.
Precisó que “al contralor lo ejercería la municipalidad a través de la Secretaría de Ordenamiento Urbano. De oficio podría actuar y los ciudadanos tendríamos la posibilidad de denunciar esta actividad”.
El proyecto
En su artículo 1°, la iniciativa establece que “queda prohibida en la ciudad de Paraná la actividad de cuidadores de coches en la vía pública, rentada, en todas sus formas y bajo cualquier denominación que se utilizare (como por ejemplo cuidador de autos, cuidacoches, ayudantes, estacionadores o lavacoches) en lugares habilitados” y exceptúa a los tarjeteros debidamente inscriptos según Decreto N° 473/2004.
También dispone que el Departamento Ejecutivo Municipal proceda a realizar los estudios de factibilidad técnicos y económicos a los fines de crear “una aplicación electrónica y disponer centros móviles de denuncia, para anoticiar de forma anónima la actividad de estacionamiento, cuidacoches y/o limpiavidrios ilegales, garantizando la actuación inmediata de la Secretaría Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano, y así iniciar el correspondiente proceso de faltas”.
Fundamentos
En los fundamentos del proyecto, los concejales del Junto por el Cambio relacionan la necesidad de la prohibición de la actividad ilegal de cuidacoches con problemas de inseguridad. Concretamente, mencionan “la preocupación demostrada en tal cuestión por distintos sectores de la ciudadanía, en virtud de incontables hechos de inseguridad que se viven a diario a causa de los trapitos y limpiavidrios que se encuentran a lo largo y a lo ancho de toda nuestra ciudad, hace necesario abrir un ámbito de participación ciudadana donde todos los sectores involucrados en el tema aborden esta temática”.
Puntualiza que la finalidad de la propuesta es “prohibir en la ciudad de Paraná el servicio de estacionamiento, cuidado de vehículos y limpieza de vidrios en la vía pública, sin autorización legal del municipio”, y sugiere la aplicación de penas “como ser el arresto, trabajos no remunerados de solidaridad con la comunidad, multas y clausura”.
Los concejales señalan: “No se puede permitir la apropiación ilegal del espacio público habilitado; principalmente porque robos, arrebatos, amenazas, extorsiones, son algunos de los delitos a los que nos tienen acostumbrados estas personas que se creen dueños del espacio público y que se han ido acrecentando en los últimos días”. Por lo tanto, aclara que la normativa busca “una doble protección, la del espacio público y la del ciudadano amenazado e intimidado”.
También aseguran que “el ejercicio de esta actividad va en desmedro del derecho que le asiste a todo ciudadano al estacionar su vehículo en un lugar público habilitado como por ejemplo la costanera, el balneario Thompson, donde no existe obligación alguna de abonar por el uso de ese espacio público”.
También recuerdan que en Paraná ya existe un sistema de estacionamiento medido que regula las zonas donde se debe abonar por el uso del espacio público. Pese a esto, remarcan que “es normal que en dichas zonas convivan ambos sistemas, imponiendo al ciudadano una doble obligación económica, que de no ser satisfecha conlleva una multa por parte de la Municipalidad y una amenaza por parte del cuidacoches o limpiavidrios”. Luego, ejemplifican que “desde hace mucho tiempo algunas zonas de nuestra ciudad cuando hay partidos de fútbol, eventos masivos y boliches, están bajo el control de grupos peligrosos que exigen sumas de dinero bajo amenaza y la apropiación ilegal del espacio público”.
Además, se refieren en la norma a “la intimidación, amenazas y peleas entre cuidacoches, limpiavidrios y otros trabajadores en la informalidad también afectan la autonomía física, desprotegiendo a toda la ciudadanía, como así también al turismo”.