Luego de semanas de incertidumbre en las que los incendios forestales en Corrientes consumieron el 11 por ciento del territorio provincial, las lluvias de los últimos días trajeron alivio.
Las precipitaciones redujeron en un 80 por ciento la superficie afectada por las llamas y, también, volvió la esperanza. En las últimas horas circularon imágenes de algunos brotes y flores abriéndose camino entre las cenizas.
«El verde comienza a asomarse y las flores van cambiando el paisaje; los animales utilizarán estos pastos renovados para alimentarse. El ciclo de la vida en los montes y pastizales del Iberá ha comenzado”, se lee en una publicación de un hotel ubicado en Colonia Carlos Pellegrini que replica el diario El Litoral.
“¡La vida se abre camino! El fuego se ha ido y a solo un par de días todo se llena de flores”, dijo la coordinadora del Proyecto Iberá de Rewilding Argentina al citado medio desde la estancia Rincón del Socorro.
En paralelo, el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal), dependiente de la Unne y Conicet Nordeste, resolvió reorientar líneas actuales de investigación hacia proyectos de generación de información que permitan determinar el impacto ambiental generado por los focos de incendio en Corrientes y evaluar acciones para la restauración ecológica, consigan el diario correntino.