En las últimas horas, algunas entidades financieras españolas habían anunciado ya su intención de suspender las ejecuciones hipotecarias, después de que una mujer se suicidara el viernes en el País Vasco, en el norte, justo cuando iba a ser desahuciada. El caso causó gran conmoción social.
«En aquellos casos en que concurran circunstancias de extrema necesidad» se paralizarán los desahucios durante los próximos dos años, señaló la AEB, si bien no aclaró cuáles son los casos que considera extremos.
«El contenido de este compromiso había sido objeto de un debate intenso y profundo de los bancos asociados, con el fin de contribuir a paliar la situación de desamparo de muchas personas por causa de la crisis económica», señaló la patronal bancaria.
Los desahucios se han convertido en un problema importante a consecuencia de la crisis económica que atraviesa España, con personas incapaces de hacer frente a los pagos de sus hipotecas al quedarse desempleadas.
Desde el inicio de la crisis, hace cuatro años, más de 350.000 familias se han quedado sin hogar.
El gobierno de Mariano Rajoy y el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, acordaron la semana pasada aprobar soluciones urgentes para frenar los desahucios. El grupo de seis expertos creado por el Ejecutivo y el PSOE para evaluar medidas a aprobar con urgencia tenía previsto reunirse en la tarde de hoy en La Moncloa.