Ayer, para miles de compatriotas, no fue fácil soportar la alta temperatura que se registraba en horas del mediodía sobre Ruta internacional N° 136. Aguardaban el paso al Uruguay para recibir el año nuevo y disfrutar de las playas de Punta del Este –en su gran mayoría-, Piriapolis y otros lugares turísticos.
A las 11,30 la cola de vehículos comenzaba en el kilómetro 38 y se extendía hasta el 33. Cinco mil metros de autos, camionetas, combis, colectivos y motos de diferentes cilindradas, era el panorama que sobresalía desde el lado argentino.
Por decisión de las autoridades, no se permitía esperar sobre el puente “General San Martín”. Por tal motivo, personal de Gendarmería interrumpía la circulación en la cabecera de dicho trazado para que no se origine una conglomeración de autos en la frontera argentina uruguaya.
La gente no entendía lo que sucedía sabiendo que el cruce estaba a varios kilómetros. “¿Hay 10 kilómetros de cola?”, preguntó una señora mayor a ElDía.
Y con los largos minutos sobre el caliente pavimento, y sin avanzar un metro la cola, los reclamos comenzaron a hacerse escuchar. “No puede ser que no dispongan de un baño, estamos en el medio de la ruta y con niños y personas mayores”, enfatizó una joven mamá con su pequeño en brazos.
Otros se quejaban contra las autoridades nacionales. “Vamos a un país donde las cosas se hacen en serio”, dijo un médico de Rosario.
Lo cierto es que todos decidieron conducir en ese horario entendiendo que un sábado, vísperas de año nuevo, no iba a representar grandes problemas. Se equivocaron porque miles de vehículos coincidieron en el cruce de Gualeguaychú y Fray Bentos.
Y la cola se extendía dado que la liberación en la frontera era más lenta respecto al continuo arribo de más gente por la ruta internacional.
Por su parte, Gendarmería colocó un cartel en el cruce de dicha ruta con la provincial N° 42 informando que se estaba produciendo una demora de 3 horas. Además, efectivos en motos circulaban en forma constante por la zona controlando la zona. (El Día)