Así de rápido pasa el tiempo. Ahora puedo bajar un cambio y recordar cuánto significa cada uno de mis recuerdos. Ahí es cuando me doy cuenta de que me estoy poniendo viejo.”
En plena mudanza de Chicago al sur de la Costa Este, Michael Jordan se encontró revisando sus tesoros, sus recuerdos como jugador. Es parte de un proceso de cambios en su vida. Se está por casar, está bajando de peso, cambió de ciudad después de casi 20 años y, lo más difícil para él, hoy cumple 50 años.