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Astrónomos amateurs trabajan en el observatorio de Oro Verde.

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Mirar la profundidad del cielo buscando movimientos de objetos dejó de ser un simple pasatiempos, para convertirse en una intrigante y fascinante tarea. Ya no hace falta ser un especialista en la materia: cometas, asteroides, estrellas y planetas pueden ser observadas en forma amateur, con equipos cada vez más accesibles.
El rol de los astrónomos aficionados ha sido y es cada vez más clave para la difusión y la investigación del universo. Y por ello, desde la Asociación Entrerriana de Astronomía (AEA) de Oro Verde se le quiere imprimir una más amplia participación.
A partir de las visitas al observatorio, ubicado en el acceso a la Escuela Normal Rural Juan Bautista Alberdi, muchos descubren los atractivos que envuelven las noches con cielo despejado.
El interés por la astronomía en los jóvenes se ha extendido en los últimos años, y la posibilidad de investigar y estudiar el movimiento de los “cuerpos celestes” se tornó más accesible y confiable, con equipamiento de mayor desarrollo tecnológico, al alcance en locales comerciales.
En ese marco, emerge la labor entre científicos profesionales y gente común para la investigación, que se denomina Ciencia Ciudadana. Y la asociación local no quiere perder terreno en esa tendencia, por lo que apunta a sumar nuevos integrantes al equipo de investigadores amateurs ya existentes.
Uno de ellos, Alberto Anunziato, planteó que el objetivo de AEA es que aquellos interesados en la temática se acerquen y pueden acceder al desarrollo de las técnicas de observación, para incorporarse a investigaciones y estudios.
“Hay determinados estudios que no pueden ser llevados a cabo sin la colaboración de los astrónomos aficionados, de vocación. Son aquellos que requieren una gran cantidad de observaciones que los astrónomos profesionales no están en condiciones de realizar, por falta de tiempo o de entrenamiento en la observación. Es que muchos astrónomos profesionales han mirado una o dos veces en su vida por un telescopio, ya que realizan trabajos teóricos exclusivamente. Por supuesto, para colaborar con proyectos científicos, el astrónomo amateur debe respetar las reglas estándar de cada tipo de observación requerida”, señaló el integrante de AEA.
En esa línea, añadió que la labor del astrónomo amateur consiste en realizar el mayor número posible de observaciones de calidad y reportarlas. “A nivel internacional, los centros receptores de las observaciones pueden ser asociaciones de astrónomos amateurs o centros dependientes de Universidades. Las observaciones reportadas por los astrónomos amateurs se integran a una base de datos que está disponible para el uso de la comunidad astronómica en general. Es común que investigadores soliciten a estas asociaciones internacionales la realización de determinado tipo de observación y las asociaciones hacen llegar dichos pedidos a los astrónomos amateurs”, explicó acerca de una labor en crecimiento.

Equipos

– Alrededor de 700 pesos es el valor de unos binoculares 10 x 50 de buena marca para iniciarse en las observaciones, y conservar toda la vida.
– Unos 5.000 pesos es el costo de un telescopio y montura de buena calidad para observadores un poco más experimentados.
– Hoy de 20 a 22.30, se podrán apreciar en el museo espacial del observatorio meteoritos, entre los cuales se destacan los hallados por la AEA en 2008, en Colonia Berduc, Entre Ríos y los fragmentos de la estación orbital soviética Salyut 7, caída en Entre Ríos en 1991.

Ciencia ciudadana en el mundo

Dr. Alberto Anunziato. Astrónomo amateur.

En el mundo la ciencia ciudadana es una tendencia creciente. En astronomía ha ganado espacio lo que se conoce como “data mining” (minería de datos en inglés), que consiste en extraer información desconocida de grandes bases de datos conocidos, pero no suficientemente analizados. El astrónomo amateur puede colaborar, por ejemplo, analizado los datos obtenidos por telescopios o sondas espaciales. Actualmente la tecnología permite la obtención de un volumen descomunal de información que la comunidad científica no puede procesar por sí sola. Dos ejemplos de “data mining” en los que miembros de la AEA han colaborado son el “Seti at home” y “Icehunters”. El primero consiste en permitir que la computadora personal se integre a una red mundial y que, en los espacios de tiempo en que se encuentra inactiva, un programa especial analice las señales captadas por la red de radiotelescopios del programa en busca de una señal de una civilización extraterrestre. “Icehunters” propone que los cibernautas analicen astrofotografías de los confines del sistema solar, el cinturón de Kuipert, buscando cuerpos celestes que sean interesantes de visitar para la sonda espacial New Horizons, cuyo destino principal es el ex planeta, ahora planeta enano, Plutón.
A nivel nacional se destaca la labor de la Asociación Argentina de Observadores de Cuerpos Menores. Se trata de un grupo de observatorios particulares de astrónomos amateurs, que obtienen las astrometrías de cometas y asteroides. Las astrometrías son determinaciones exactas de la ubicación de un cuerpo celeste. Las reportan al Minor Planet Center, en donde se integran las distintas bases de datos que permiten establecer las órbitas de los cuerpos menores de nuestro sistema solar. Y no es una tarea menor, ya que conocer las órbitas de cometas y asteroides sirve para poder prever, y eventualmente prevenir, una colisión con la Tierra que podría tener las consecuencias que sufrieron los dinosaurios hace 65 millones de años.

 

Áreas de trabajo e investigación en AEA
Desde la Asociación Entrerriana de Astronomía, con el apoyo de los aficionados, se hacen reportes sobre las observaciones en el cielo.
• La Sección Cometas realiza la observación visual y el registro fotográfico de los cometas visibles. Los datos que se deben determinar son el brillo del cometa al momento de la observación, el diámetro y el grado de condensación de la coma (el envoltorio gaseoso que rodea el núcleo y refleja la luz solar) y el grado de inclinación de la cola (si la hubiere), indicando siempre lugar y fecha de la observación. Es curioso saber que, salvo la inclinación de la cola, todos los demás indicados sólo pueden determinarse por la observación humana, ya que el ojo es más sensible que cualquier registro fotográfico para determinar la luz difusa de un cometa a través de un telescopio. El comportamiento impredecible de los cometas hace necesaria una constante observación para poder captar eventuales estallidos o fragmentaciones.
Los métodos son la observación por el telescopio o binoculares, la realización de un croquis de la observación y el cálculo de los datos a reportar. Las imágenes fotográficas que realiza la Sección Astrofotografía son esenciales también y se reportan igualmente.
Los reportes y las fotografías se envían a la Sección Cometas de la Liga Iberoamericana de Astronomía, que incluye reportes de todo el mundo.
• La Sección de Meteoros realiza observaciones a ojo desnudo de los meteoros que ingresan a la atmósfera. Para ello se necesita observar al cielo desde un lugar cómodo y un lapso prolongado, trazando en una carta estelar los meteoros (o “estrellas fugaces”) que surcan el campo de visión. Los datos a reportar son el número de meteoros, la lluvia meteorítica a la que pertenecen, su brillo, velocidad, día, hora y lugar de observación. Las observaciones se reportan a la Sección Materia Interplanetaria de la Liga Iberoamericana y a la International Meteor Organization. Sin la labor de los aficionados es imposible conocer los datos sobre meteoros, debido a la imposibilidad de realizar cálculos automatizados
• La Sección Estrellas Variables realiza observaciones de estrellas que, por diversas causas, presentan variación en su brillo, sea de manera constante en un patrón de incremento y descenso, o de manera ocasional, como el estallido de novas y supernovas. La observación consiste en estimar el brillo de la estrella variable, lo que se realiza a través de su comparación con el brillo de estrellas más y menos brillantes que se sabe que no varían en brillo, reportándose día y hora. A nivel latinoamericano, la Sección Estrellas Variables de la Liga Iberoamericana de Astronomía, y a nivel internacional, la American Asociation of Variable Star Observers, reciben los reportes.
• La Sección Lunar acaba de ser creada. Se trabaja en la observación de distintos accidentes del relieve lunar, a fin de informar las características de brillo y sombra que permitan relevar datos como altura y la composición geológica. Otros proyectos lunares incluyen el relevamiento de nuevos cráteres producidos por micrometeoritos y el monitoreo de eventuales Fenómenos Lunares Transitorios, destellos luminosos en la superficie cuyo origen todavía no ha sido explicado.
• La Sección de Astrofotografía es un pilar fundamental de las observaciones que se realizan, ya que las fotografías permiten obtener información adicional a las observaciones visuales, integrándose también a la astrogalería del Museo ubicado en el Observatorio de Oro Verde.

 

Abierto hoy de 20 a 22.30. Se podrán realizar observaciones telescópicas de la Luna con sus cráteres y del planeta Júpiter con sus bandas atmosféricas y satélites galileanos.

 

Fuente: Uno