En la noche del viernes, tras el empate ante Unión, se fue del estadio sin hablar, con cara de pocos amigos y envuelto en insultos, como anticipando lo inevitable. Un día después, Américo Rubén Gallego dejó de ser el entrenador de Independiente.
El dato curioso radica en que el equipo practicó en la mañana de este sábado y el presidenteJavier Cantero había ratificado a Gallego en el cargo, por lo que esta noticia no deja de llamar la atención pese al delicado momento del Rojo.