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Mejorarán la visibilidad de las punteras para evitar accidentes.

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Aunque pueda sonar insensible, chocar un auto no es más que un daño colateral a la estrategia que se tomó oportunamente y que consistió en construir bloques de cemento de aproximadamente un metro de altura, a dos metros del final del cantero central de Avda. Ramírez y que todo el mundo conoce por punteras, con el objetivo puesto en proteger a los eventuales peatones que no puedan completar el paso de unos 40 metros entre la vereda este y la oeste de Ramírez, la principal arteria de Paraná.
Es cierto que decenas de autos han sufrido accidentes, algunos de gravedad; que muchos fueron de consideración generando importantes gastos económicos y daños materiales, pero toda intervención urbana desde la arquitectura debe tender a favorecer a los más vulnerables del sistema; y en este caso, en el sistema vial, tiene una definición inequívoca: el peatón.
“Estamos totalmente de acuerdo con las punteras porque en la ciudad no tenemos en todos los lugares necesarios semáforos peatonales, y en las avenidas la gente necesita una protección, especialmente cuando quedan a mitad de camino en su desplazamiento de trocha a trocha, y las punteras cumplen el rol de protección ante los conductores con poca habilidad o desidia. No es algo que sólo exista aquí sino que es común en muchas ciudades y éstas están construidas de acuerdo con la normativa y si bien uno puede discutir algunos aspectos, se adaptan a un diseño vial inobjetable, por lo que no amerita que se quiten ni retrotraer el espacio público a otros momentos”, consideró el arquitecto Guillermo Federik, secretario de Planificación, Infraestructura y Servicios de la Municipalidad de Paraná.
Pero, ante la gran cantidad de accidentes producidos, desde la comuna se resolvió señalizar de una manera más visible las punteras, por lo que se llamó a cotejo de precios, al que se presentaron tres empresas, según informó el funcionario. Según los plazos, en 10 días comenzarían a ejecutarse los trabajos.

Antecedentes. Las punteras fueron construidas en el año 2009, en el marco del proyecto iniciado a fines de 2008 que incluía la mejora integral de avenida Ramírez. Por entonces la gestión del intendente José Carlos Halle, cuyo secretario de Planificación era Tomás Arias, se propuso intervenir Avenida Ramírez ya que desde su última modificación –en 1969 con motivo de la creación del Túnel Subfluvial recibió un gran cambio y dejó de llamarse Alsina para tomar su nombre actual– no se habían generado cambios de consideración en la principal vía de la ciudad.
“Nace en el marco de un proyecto integral del cual las punteras son sólo piezas de un esquema amplio donde se restauró el pavimento, se arreglaron los canteros centrales, se arreglaron los cordones y fundamentalmente se llevó una protección para los peatones, jerarquizando las sendas peatonales y poniendo antes de la senda una puntera, pero complementado, en muchísimas de las esquinas de avenida Ramírez y sus intersecciones con semáforos peatonales, que sólo existían en la zona centro”, recuerda hoy Tomás Arias, al tiempo que reseñó que por entonces se logró un subsidio del Gobierno nacional, ya en manos de Cristina Kirchner, por un total de 11 millones de pesos.
Habrá que recordar que, en aquellos días, el proyecto fue polémico y fue debatido en varias oportunidades –en el auditorium de la Uader– interviniendo instituciones de la sociedad civil, técnicos de la Universidad Tecnológica Nacional, especialmente profesionales vinculados al tránsito, e incluso los comerciantes agrupados de Avenida Ramírez que se opusieron a la eliminación de la posibilidad de estacionar y de los giros hacia la izquierda para ingresar al casco céntrico.
Dentro de los objetivos del proyecto se incluía la necesidad de mejorar el flujo vehicular en la avenida, establecer mayor continuidad con la onda verde y mejorar integralmente cordones, calzada, colocar mobiliario urbano y “lograr una semaforización inteligente, jerarquizando con punteras y pasos peatonales”.
Pero si algo iba a generar sin dudas esta nueva Avenida Ramírez era una mayor vulnerabilidad de los peatones. En ese marco nacen las punteras.
En rigor, se trata de una pieza urbana antigua, que existe en muchas ciudades del mundo, incluso en aquellos países donde el respeto por el peatón es un culto inviolable, las punteras son parte de las postales urbanas.

VIRALIZACIÓN DE ACCIDENTES. En Paraná, el recurrente y abultado número de choques de vehículos contra ellas las ha puesto en un inexplicable lugar dentro de la agenda pública de la ciudad.
Para Guillermo Federik es difícil de entender lo que ocurre. “Es raro lo que pasa en Paraná, especialmente con la viralización de los accidentes. Es difícil de entender. Quizá Paraná tenga cierta cultura del manejo que incluye mayor desatención, pero le aseguro que estas normas se toman en muchas ciudades. Tampoco es habitual que un peatón se detenga a mitad de cruce, pero si eso ocurre es un resguardo. Tanto es así que imagínese que cualquier estadística sería trágica para los peatones, teniendo en cuenta que si tantos choques hay en las punteras, una sola víctima ya lo justifica. Por eso como Estado debemos evitar inconvenientes y maximizar los esfuerzos para que esto no ocurra, pero nunca eliminarlas, sería retroceder en el cuidado del peatón, sobre todo porque, si bien yo no coincido en muchas cosas que hizo la gestión anterior, en esto fueron correctos y de acuerdo con los criterios viales correctos”, aseguró el funcionario.

Federik las  defiende con firmeza
Desde la Secretaría de Planificación, Infraestructura y Servicios de la Municipalidad de Paraná sostienen que no van a quitar las punteras. “Se van a hacer señalizadores verticales, una suerte de baranda flexible que pone a las punteras más visibles. No las vamos a retirar ni a retrotraer porque cumplen un rol y están diseñadas conforme a la norma”, dijo el secretario, Guillermo Federik. El funcionario agregó que “este tipo de estructura para el cuidado del peatón existe en casi todas las avenidas del país y sólo algunos conductores las chocan. Habrá una nueva señalización, pero algunos la chocarán porque los que no calculan el área de giro, no respetan zonas peatonales o se encandilan al manejar, por más que se haga una señalización de dos metros se la van a chocar igual”.

“Antes, en Avenida Ramírez moría gente”
Tomás Arias era en 2009 secretario de Planificación y en su gestión se pusieron las hoy controversiales punteras de Avenida Ramírez. El arquitecto recordó que había un equipo interdisciplinario que diseñó todo el proyecto y que “se hicieron participativos porque los técnicos proponían y luego hacíamos reuniones con talleres y donde la gente incluso podía participar con un lápiz señalando aspectos de proyecto. Hicimos una convocatoria interesante, incluso por nota a todos los comerciantes y frentistas que daban a calle Ramírez entre Racedo y Laurencena”.
–¿Qué vieron cuando decidieron intervenir Ramírez?
–Nosotros estábamos viendo la necesidad de jerarquizar la vía de acceso de Paraná después de 40 años de haber sido ampliada. Se jerarquizó un espacio público a través de muchas cuadras garantizando un mayor flujo norte-sur y tratando de impedir el acceso al centro y por eso se limitaron a menos de la mitad los giros a la izquierda.
–¿A qué le atribuye los choques con las punteras?
–Hay que reconocer que en los dos primeros años no hubo ningún tipo de estos problemas, y se empezó a problematizar cuando el tránsito empezó a tener mayores congestionamientos, mayores atascos sobre avenida Ramírez y su intersección con Echagüe, y eso genera una cola de más de tres cuadras. Urquiza y Ramírez marca la problemática que está creciendo por la mayor cantidad de autos que se lanzan al mercado, nuevos y usados, y eligen Ramírez por estar en mejores condiciones para ir de norte a sur. Lo que yo digo es que si bien hubo problemas con los autos, no hubo en estos cinco años ningún problema de víctimas personales.
–Como concepto: ¿por qué aparece la puntera?
–Aparece como protección al peatón que queda a mitad de camino. La avenida no estaba protegiendo al peatón, especialmente a la persona de mayor edad que el camino se le hace largo y a veces llega tarde al semáforo, y entonces esa protección cuando la persona queda junto al semáforo, en el cantero central, tiene que quedar a resguardo de cualquier auto que puede doblar hacia la izquierda porque muchos quedan en el medio con niños pequeños, con cochecitos.
–Pero en Urquiza y Ramírez no hay semáforo peatonal..
-Sí, allí no hay, y pero aun cuando haya semáforo peatonal, alguien lo puede tomar tarde y quedar en el medio y ser atropellado. Las piezas urbanas, como cualquier intervención, tienen que ser revisadas permanentemente. No hay planificación ni proyecto urbano que no tenga la ductilidad para ser alterado en su debido momento. Si en este caso es necesario resaltarla con una mejor señalización, modificar su diseño, establecer en determinadas esquinas un diseño diferencial, hay que hacerlo. Y si hay que consultar, hacer participar a la gente, va a estar bueno para Paraná porque nos vamos a volver a interesar por problemas urbanos de los que no nos estamos interesando.

 

Fuente: El Diario.