«Querido hermano: hondamente apenado al conocer la noticia del sismo que ha ocasionado víctimas y heridas, así como daños materiales y cuantiosos desplazados en ese amado país, por tu medio deseo hacer llegar a todos los chilenos mi cercanía y sentido afecto», comienza la carta.
El papa argentino Jorge Bergoglio expresó asimismo que pide a Dios por el «eterno descanso» de los fallecidos, y que «consuele a los afectados por tan lamentable desgracia» e «inspire en todos sentimientos de esperanza para afrontar dicha adversidad».
En la misiva, Francisco pide a las comunidades cristianas, autoridades civiles y todas las personas de buena voluntad que «presten una ayuda eficaz a los damnificados, con espíritu generoso y fraterna caridad».
Por último, impartió su bendición «como signo de cordial aprecio al noble pueblo chileno, tan presente en mi corazón».