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Largas colas y pocas butacas para los viajes entre Paraná y Santa Fe

“Pienso que está mal organizado, que deberían poner más refuerzo a esta hora que es cuando hay muchísima congestión de estudiantes, y no tanto a la madrugada que hay plazas de sobra. Con la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico) mejoró en algunos aspectos y empeoró en otros, en la balanza estamos igual: los estudiantes con problemas para viajar y siempre llegando tarde, quedándose sin colectivo al horario donde tienen que tomarlo. Dependiendo el día puede demorar de 40 minutos a 2 horas el viaje a Santa Fe”, contó a EL DIARIO Juan, estudiante de ingeniería como un modo de introducir al problema. “Antes teníamos beneficios para estudiantes y con la SUBE no tenemos, eso es un inconveniente”, conjeturó Maru, que a punto de subir a un coche a la mañana ya sabe que llegará tarde a su cursada de abogacía. “Más allá de las colas en la Terminal, se estiran los tiempos de viaje porque ahora no se pueden tomar en paradas intermedias, entonces hay que venir hasta la Terminal, tomarse un colectivo más, el urbano hasta acá para luego subir al Etacer o Fluviales. Hace dos años, a la salida de la UNL (Universidad Nacional del Litoral) en El Pozo, cruzabas el puente y parabas el cole en la autopista, y ya estabas de camino a Paraná. Ahora hay que tener tarjeta de colectivo santafecino y trasladarse hasta la ciudad para volver a hacer el recorrido rumbo a casa”, detalló Mariano, que se acostumbró a leer apuntes de parado en los plantones de espera.
o_1428550491Acciones. En las redes sociales, los reclamos por el servicio suben de tono hasta transformarse en irritación y furia. Desde “cambiemos las empresas” a “cambiemos los funcionarios”, todo un arco de planteos que incluye hasta la falta de solidaridad de aquellos que no respetan las filas.
Hay horarios que cumplir en el trabajo o en la Facultad y en la pugna por los pocos asientos disponibles parece estar la clave.
“La misma vergüenza de siempre. Nos amontonan como ovejas de un rebaño, pero somos personas que tenemos que cumplir un horario, estudiar, trabajar y eso no es joda estimadas empresas”, se lee entre los comentarios más amables, porque también están los que piden cortar el Túnel o tomar las boleterías en señal de protesta.
Algunas de estas demandas plantean la organización o también encauzarse por vías legales. En el primer caso, la Asamblea Autoconvocada por el Transporte Público –en el grupo de la red social Facebook “Conflicto Etacer-Fluviales. Santa Fe y Paraná!”, participan unos 1.600 usuarios.
En 2014, este grupo organizó diez asambleas deliberativas. La primera en la Plaza Alberdi de Paraná y el resto en la misma Terminal. Por estos días están buscando fecha y hora para la primera de 2015. “Ahí puede resolverse cualquier cosa, depende de las voluntades presentes: desde una marcha a algún lugar en particular, un corte de calle, algún impedimento de servicio a las empresas, y muchas otras variables que puedan proponer los usuarios”, explicó Juan, uno de sus integrantes.
En tanto como caminos administrativos se ingresaron presentaciones ante la Defensoría del Pueblo de la ciudad.
“La semana pasada empezaron a llegar distintas denuncias, más de 20, que se reiteraban en sus fundamentos”, señaló el ombudsman local, Luis Garay. “En febrero habíamos pedido una reunión con las empresas de transporte para ver qué pasaba. Pablo Donadío, el defensor adjunto, tuvo una reunión con Fluviales en la que intercambiaron ideas y la empresa expuso su planteo, según el cual ellos tienen una cantidad de unidades autorizadas y no podían salirse de la normativa”, amplió el defensor. Garay indicó que desde su área le enviaron una nota a Juan Carlos Chagas, secretario de Transporte de la provincia, y que entre el martes y jueves de esta semana se concretaban reuniones en Buenos Aires con la Secretaría de Transporte de la Nación, que tiene competencia jurisdiccional. “Nuestra postura como Defensoría fue que no se vuelva al sistema de pasajeros parados (una de las razones por las cuales se transporta ahora menos pasajeros), sino que se obligue a las empresas a poner más coches o frecuencias, ya que el problema mayor son las largas colas en horarios picos. Es una cuestión de criterio que tiene que ver con aumentar los coches o frecuencias, autorización que depende de Transporte de la Nación, ya que es un servicio interurbano. Ahora estamos a la espera de una respuesta”, agregó Garay.
Las empresas. Las oficinas de Fluviales/Ersa y Etacer/Flecha Bus funcionan a pocos metros una de otra, en avenida Churruarín al 700. En su página web, Ersa comunicó a principios de esta semana el reinicio de servicios de refuerzos de frecuencias, llamados “rondines”, que van directamente hacia la Ciudad Universitaria de la UNL en El Pozo, o la Facultad de Abogacía de Santa Fe. Los horarios de estos servicios especiales comprenden entre las 12.30 y las 22. Desde Ersa ningún responsable quiso hacer declaraciones sobre la situación.
En tanto la gerenta de Etacer, Paola René, dio el punto de vista empresarial. “Sabemos de la complejidad de los tiempos y de la cantidad de gente que necesita viajar a Santa Fe y estamos tratando de abastecer la demanda con los coches que tenemos. Contamos con 14 (unidades) y Fluviales tiene 15, entre las dos generamos una capacidad de transportar 8.000 pasajeros por día. Entendemos la situación, todos tienen horarios que cumplir y la idea es que en los horarios en los que se producen los cuellos de botella haya mayor cantidad de coches y refuerzos”, indicó René. Desde el lunes pasado, dijo que Etacer está probando un diagrama de tráfico modificado que les permite aumentar los viajes de 58 a 80 de ida, y otros tantos de vuelta. “Dentro de todo, más allá de las quejas de los usuarios, no quedó gente tirada en la Terminal”, dijo. René dijo que la firma está realizando gestiones ante en el organismo contralor de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) para solucionar los problemas. “Tratamos de acortar los minutos de espera”, contó. Según sus estadísticas, más del 70% de los usuarios son estudiantes y el resto trabajadores; pero en dos meses baja la demanda porque muchos dejan la universidad en los ese lapso de tiempo. “Todavía no largamos estos horarios nuevos porque estamos viviendo si funciona el esquema, pero lo aplicamos en la práctica. No fueron tantas horas de espera el día lunes, logramos reducirlo a entre 20 y 40 minutos. La idea es que haya un coche cada 10, y no cada 30 o 40 como había antes”, agregó.
Desde el 15 de abril de 2013 que no se permiten más pasajeros parados. Antes, el conflicto existía pero no era tan notorio. La disposición, afirma la empresa, es de la CNRT ya que si bien recorren una distancia similar a la de un servicio urbano, la jurisdicción es nacional por cruzar de provincia. “No es tan fácil decir “pongo cinco coches más”, por los costos que significa el mantenimiento y el personal que genera, y tampoco lo permite la Secretaría de Transporte. Tenemos un parque móvil autorizado y una cantidad de kilómetros a recorrer por mes. La tarifa también es algo que dispone la CNRT, según el servicio”, añadió la gerenta.

Con la SUBE
El Sistema Único de Boleto Electrónico se implementó desde febrero de este año para viajar en cualquiera de las dos empresas en el recorrido entre Paraná y Santa Fe. El costo del pasaje es de $8 y por el momento no funcionan los descuentos a estudiantes, docentes y jubilados, tal como el sistema anterior. La SUBE se puede comprar en las boleterías de la Terminal Paraná y Santa Fe, con un costo de $20. Viajar sin la tarjeta, es decir si el subsidio nacional a los combustible que acredita la SUBE, tiene un costo para el boleto de $16,25.

Fuente: Pablo Russo, para El Diario