Fuentes oficiales confirmaron a esta Hoja que finalmente ayer al mediodía falleció el policía que fuera baleado el viernes a la tarde por delincuentes que intentaron robarle la motocicleta en Paraná.
Los asaltantes, devenidos ahora por el cambio de carátula en homicidas, también se movilizaban en un motovehículo y le dispararon previo forcejear con la víctima cuando estacionó, pero huyeron sin llevarse el rodado.
El sargento ayudante de la Policía de Entre Ríos Claudio Roberto Busten, de 49 años, sufrió una seria lesión en su pierna izquierda lo que lo llevó a perder mucha sangre y se encontraba desde el pasado viernes en grave estado, en terapia intensiva del Hospital San Martín, donde dejó de existir ayer al mediodía.
Tal como publicó EL DIARIO en su edición impresa, el pasado viernes, un policía resultó herido tras recibir un disparo de arma de fuego que efectuaron delincuentes para robarle la moto en Paraná. El hecho ocurrió alrededor de las 17, en calle Muñiz de la capital entrerriana, cuando el sargento ayudante Claudio Roberto Busten regresaba de trabajar desde la Comisaría de María Luisa, donde el suboficial prestaba servicios.
Desde el Hospital San Martín se informó que tras el ataque armado, el sargento Busten tuvo un paro cardiorrespiratorio y fue llevado al quirófano. Allí se le extrajo la bala, que afectó la arteria femoral del muslo izquierdo, uno de los nervios y también una vena.
Un vecino relató el asalto. Martín González, vecino y testigo del violento asalto a mano armada en el que hirieron gravemente al policía Busten el pasado viernes, había sido entrevistado por Elonce TV y declaró que los ladrones eran entre dos y tres, se conducían en una moto y todos tenían puesto el casco. “Estaba en mi casa, escuché el disparo y llamé al 911. Vi a uno que se iba con el revólver en la mano. Socorrimos a mi vecino hasta que llegó la policía, luego lo cargamos en un patrullero para llevarlo al hospital porque la ambulancia demoraba”, relató.
Además, contó que mientras el hombre era asistido perdía el conocimiento y, sobre todo, mucha sangre. “El policía estacionó la moto y luego le dispararon, pero no pudieron llevársela porque huyeron”, señaló.
También, aseguró que el policía vive en el lugar hace poco tiempo y manifestó estar asombrado por lo ocurrido, pero al mismo tiempo admitió que frecuentemente suceden hechos de inseguridad en la zona.
Cabe destacar que un día después del hecho que finalizó con la muerte del sargento Busten, otro policía fue apaleado y le robaron el arma. También fueron delincuentes en moto que impunemente ingresaron en la quinta Los Algarrobos, ubicada en calle Walter Grand, entre Francia y Churruarín, donde se habría producido un intercambio de disparos el sábado por la tarde.
Respecto a la investigación del caso Busten, fuentes policiales indicaron anoche a EL DIARIO que la causa pasó por orden de la Justicia a manos de la División Homicidios. Si bien debido a la gravedad del funcionario atacado ya se había comenzado a trabajar desde el momento del hecho, los esfuerzos por dar con los tres delincuentes se acentuaron ayer, aunque sin novedades por el momento.