Por ello, desde la Defensoría han presentado dos pedidos de informes a la Municipalidad para saber en qué circunstancias y en base a qué estudios de factibilidad se otorgó la autorización para esa construcción.
La construcción cuenta con la debida autorización municipal pero ante las gestiones que realizan los vecinos, la obra está detenida.
Los frentistas de la cuadra afirman que ya hay deficiencias en la prestación de los servicios debido a la sobrepoblación de la zona. Es que en la vereda de enfrente al predio donde se proponen construir un edificio que sería el más alto de la provincia ya existe otro, de 14 pisos. Mientras, las instalaciones de la red de agua potable y de cloacas continúa siendo la misma.
El terreno donde se emplazaría la torre tiene un ancho de 10 metros y una extensión aproximada de 80 metros. La idea es construir más de 70 departamentos lo que significa que allí podrían vivir más de 150 personas.
El principal problema es el vacío legal que existe en la ciudad ya que el Código Urbano no estable restricciones de zona para la construcción de edificios, a pesar de que algunas áreas no cuenten con la infraestructura necesaria para poder garantizar los servicios básicos.
La Defensoría del Pueblo envió una nota a la Subsecretaría de Saneamiento de la Municipalidad y solicitó copia «de la factibilidad otorgada desde el área a su cargo, en lo que refiere a cloaca y agua; antecedentes y observaciones que a su criterio se hayan realizado como asimismo cualquier otra información que sobre el particular resulte relevante».
La Defensoría recordó que «por expediente Nº 1102/15 se tramitaron planos de proyecto para la edificación de un edificio de 26 pisos y 60 cocheras, lo cual indica un incremento de la densidad poblacional en la zona, impactando de manera directa sobre los servicios básicos, agua y cloaca». Además, sostuvo que en esa zona se vienen registrando problemas de vieja data en lo relativo a la provisión del servicio de agua potable, agudizado por la presencia de cañerías obsoletas. Además, planteó el defensor Luis Baraya que «se desconoce la existencia de algún proyecto ejecutivo que posibilite y o garantice la regularidad de este servicio, a futuro, en dicho sector». Y también que en esa oficina se guardan «antecedentes que refieren a obstrucciones en la red cloacal, sobre algunas viviendas residentes en la zona».
Expediente
«En este momento, el expediente de nuestro pedido de informes se encuentra en la Secretaría Legal y ya pasó por la Subsecretaría de Saneamiento», confirmó el defensor Garay.
Precisó que desde el municipio se certificó que está todo en regla para la construcción del edificio aunque no se sabe en cuanto a la provisión de los servicios esenciales.
Los vecinos de calle Catamarca, entre Mitre y Alameda de la Federación, presentaron un reclamo ante la Defensoría con el patrocinio de un abogado.
«Los vecinos nos piden que iniciemos alguna acción legal pero nosotros no estamos facultados para hacerlo. Ellos sí se pueden presentar ante la Justicia», consideró.
Garay aclaró que el Código Urbano «no prohíbe construir un edificio en ese lugar» y lo que ellos están esperando es la respuesta de parte de los funcionarios acerca de si se puede garantizar el normal funcionamiento de los servicios de agua potable y cloacas con la construcción de 70 unidades habitacionales en tan solo una cuadra.
«No hay nada que establezca que no se puede hacer el edificio» aclaró y en consecuencia remarcó que desde la Defensoría «pedimos que haya garantías para todos los vecinos de la zona y que no haya luego que hacer una cisterna a último momento como fue hace unos años en Plaza Alvear a raíz de los edificios nuevos».
A la vez, añadió que la Defensoría tiene «quejas concretas por el tema cloacas en calle Mitre a metros de los hoteles y en calle Cervantes a 400 metros de donde se levanta la torre».
Impacto paisajístico
Los vecinos no sólo expresaron su preocupación por la prestación de los servicios esenciales en la zona sino también por la seguridad de la cuadra. En ese sentido, se preguntaron de qué manera podrían intervenir los bomberos en caso de un incendio en un edificio que superará los 80 metros de altura.
También, expresaron su preocupación por el impacto paisajístico en la zona del Parque Urquiza, que podría quedar «amurallado con megaedificios, que generan impacto ambiental en sus corrientes de aire, contaminación visual y en las barrancas, que soportan permanentes desmoronamientos con el peso de estas nuevas estructuras».