El 8 de agosto lograron apartar a la conducción de la Liga de Madres de Familia de la Parroquia Santa Teresita, pero cuando fueron a constatar la existencia de los fondos de la entidad guardados en un armario, no encontraron nada. Argumentaron que había sido depositado en un plazo fijo.
El fiscal Álvaro Piérola tomó el caso de la desaparición de 11 mil dólares y 55 mil pesos de la Liga de Madres de Familia de la Parroquia Santa Teresita, de Paraná, que la entidad habría tenido en un armario del local donde funciona, en el mismo edificio del complejo escolar Santa Teresita. Y aunque de momento no hay ningún imputado por ese hecho, ya se efectuaron allanamientos en los domicilios de dos mujeres que hasta agosto ocuparon los cargos de presidenta y tesorera de la institución.
El caso repercutió de inmediato. En la Iglesia un vocero dijo que les llamó la atención el volumen de dinero que la Liga tenía en su poder en una parroquia, mientras desde la comisión diocesana de la Liga de Madres de Familia evitaron cualquier comentario. “No vamos a hablar”, se excusaron ante la consulta de EL DIARIO.
En realidad, la denuncia en la Justicia la presentó Dora Belkys Vega de Berraondo, presidenta de la Comisión Arquidiocesana de Liga de Madres de Familia de Paraná, el 27 de agosto, por un hecho que había ocurrido veinte días atrás. Luego de varias discusiones entre las comisiones directivas de la Liga de Madres de Santa Teresita con la conducción de la Comisión Arquidiocesana, se llegó a un punto de conflicto sin vuelta atrás.
El 8 de agosto, la Liga de Madres Arquidiocesana solicitó la intervención de la conducción nacional de la entidad, que se hizo presente ese día en Paraná, un sábado, para resolver un entredicho. Habían conseguido que la conducción de la Liga de Madres de Familia de Santa Teresita presentara su renuncia, pero no habían logrado dar con el dinero que, según los balances, estaba en poder de la entidad, que funciona en el mismo edificio del complejo educativo Santa Teresita y del templo del mismo nombre, en calle 3 de Febrero 994.
Ese día, la escuela estaba cerrada por lo cual las mujeres ingresaron por el templo, pero cuando llegaron hasta el armario donde supuestamente estaba el dinero, no encontraron nada. Una primera explicación habría sido que los fondos estaban depositados en un plazo fijo, y que el asunto se superaría una vez que venciera la fecha del depósito. Pero llegado ese tiempo, tampoco el dinero apareció.
En el ínterin las mujeres habrían pretendido arreglar el entuerto por fuera de la Justicia, hasta que finalmente el tema se judicializó.
RISPIDEZ. La tensión entre las mujeres que conducen la Comisión Arquidiocesana de Ligas de Familia y la Liga de Madres de Familia de Santa Teresita venía de lejos.
Una fuente del caso reveló que el párroco de Santa Teresita, Diego Rausch, había efectuado una presentación en septiembre de 2014 en la Curia en la que pidió que se interviniera, ante las quejas de la gente que asistía a los talleres que se dictan en la Liga de Madres de Familia de Santa Teresita, y que constituye una de las fuentes de ingreso de dinero. Al parecer, había incomodidad por el retraso del horario de inicio de talleres –cocina y repostería, computación, corte y confección, dibujo infantil y técnicas de modelado, flores en goma eva, entre otros-, aunque desde el entorno de las dos mujeres denunciadas por el robo indican que lo que tensó la situación fue la mala relación entre la comisión directiva de la Liga de Santa Teresita, y el cura párroco del lugar, Diego Rausch, quien ya fue citado por el fiscal Piérola y dio su testimonio en Tribunales.
AVANCE. El fiscal Piérola se mostró prudente a la hora de revelar cuál es la carátula de la causa que, previno, podrá variar conforme avance la investigación. “No hay que confundirse con las carátulas. Es algo preventivo, que puede cambiar. Se empieza a investigar un hecho que, conforme a la evidencia que se va reuniendo en este sistema acusatorio, se puede reformular. Podemos estar frente a la averiguación de un hurto, si es que la plata estaba y alguien entró y la sacó; o podemos estar frente a una administración infiel, porque teniendo el deber legal de administrar fondos ajenos, se lo hizo de un modo irregular. Ahí estaríamos frente a una estafa y no un hurto”, señaló.
En ese marco, dijo, “estamos frente a un escenario posible, que puede ser A o B. Hicimos testimoniales de la Comisión Arquidiocesana, del sacerdote y además enviamos una batería de oficios y la respuesta a esos oficios va a llevar un tiempo. Hemos pedido información al Banco Central y a bancos locales para conocer si el dinero se puso en plazo fijo, y en ese caso, en qué banco. Esa información, dónde se puso el dinero depositado, si es que ése fue el destino, todavía no la tenemos”.
La causa aún no tiene a ningún imputado, sólo dos personas sindicadas. “Fueron citadas estas dos personas para que designen abogado defensor”, apuntó el fiscal.
AL MARGEN
El abogado defensor, Boris Cohen planteó que “otra cuestión es determinar quiénes tenían acceso a la caja fuerte, que tenía una llave y la habitación donde estaba tenía otra llave. En principio aparecerían con llave la presidenta y la tesorera de la filial, pero hay una antigua tesorera que se desvinculó a fines del año pasado no en buenos términos que también podría tener llaves. La caja no es sofisticada, un ladrón con una ganzúa la puede abrir”.
Los defensores de las denunciadas
Boris Cohen y Pablo Minetti asumieron la defensa de las denunciadas y explicaron a EL DIARIO que “esto ocurrió en una dependencia de la escuela Santa Teresita, donde funciona la comisión Liga de Madres Santa Teresita, que tiene cincuenta y siete años funcionando. Se había ahorrado un dinero, que lo tenían desde la época de la Ley de Convertibilidad, y en la actualidad eran once mil dólares, pero la cantidad era mayor, porque se fue gastando parte de ese dinero; incluso este dinero estuvo retenido en el corralito y fue rescatado por una colega de apellido Fontana que falleció. El dinero se había guardado en una caja fuerte que está empotrada en una pared, oculta, es una caja metálica precaria con una llave de doble paleta”.
Los defensores manifestaron su sorpresa ante lo que consideraron un plazo demasiado extenso entre que se tomó conocimiento del faltante del dinero y la radicación de la denuncia en sede policial: “Nos sorprende lo dilatado en el tiempo en que se produce la denuncia, porque si se hubiera realizado inmediatamente el sábado, al menos, ya que no hay cámaras de video, fotos o libros que registren la concurrencia de personas, se podrían haber tomado las huellas digitales de la caja para saber si alguien la tocó o no”.
En la Investigación Penal Preparatoria (IPP) se realizaron dos allanamientos que no arrojaron resultados. Cohen precisó que “se secuestraron libros de actas y alguna suma de dinero. Una de ellas tenía dólares en su poder que fueron adquiridos en una casa de cambio y tenía el ticket de la compra. De todos modos, por lo que la defensa supo, el dinero fue rescatado del banco en la época del corralito y se decidió tenerlo en la institución. Los dólares serían de numeración correlativa, por eso estamos viendo de qué forma hacernos con esa numeración para cotejar con lo que está secuestrado en el expediente y determinar fehacientemente el origen de lo secuestrado”.
LA REUNIÓN. Según precisó Cohen, “el jueves 6 de agosto a las 19.30 se realizó el último arqueo de caja y se constató el dinero, del que se deja constancia en el libro contable. El viernes 7 de agosto no hay actividad de la Liga de Madres y el sábado 8 por la mañana hay una reunión en la central de la Liga de madres que funciona en calle San Juan, en la Liga Arquidiocesana de Madres de Paraná porque había diferencias entre la filial Santa Teresita y la Central sobre el destino que se le iba a dar a ese dinero”.
El letrado explicó que “en principio, el dinero es para pagarle a los empleados que tiene la Liga Santa Teresita y los gastos funcionales, y se recauda con el alquiler de libros y el dictado de cursos”. En este sentido ejemplificó: “En diciembre, enero y febrero, cuando no hay actividad escolar los ahorros sirven para pagar el sueldo a los dos o tres empleados. El sábado se convocó a una reunión en la Liga Paraná, que está en calle San Juan, donde concurre la liga Santa Teresita y también viene de Buenos Aires dos integrantes de la Central de Liga de Madres del país. Allí, en presencia de la autoridad eclesiástica, el padre Rausch, se le exige la renuncia a la comisión directiva de Santa Teresita y se les exige la entrega del dinero que estaba en la caja fuerte”. Cohen relató que según le informaron sus representadas, “en la reunión las integrantes de la filial Santa Teresita renuncian y deciden entregar el dinero, para lo que se dirigen a la iglesia dos integrantes de la filial Paraná y dos de la liga Santa Teresita. En la iglesia son recibidos por un representante del padre Rausch porque la iglesia estaba cerrada, van a la oficina y cuando abren la caja fuerte el dinero no estaba, fue hurtado o robado, aún no lo sabemos”.
Cohen señaló que “ante esta situación las integrantes de la liga Santa Teresita deciden hacer la denuncia por el faltante, pero las integrantes de la liga Paraná les dicen que no, que era mejor hablar con el asesor espiritual y analizar qué hacer, porque la institución era muy importante y se podía llegar a ver involucrado o perjudicado el buen nombre”. El letrado dijo que más tarde, “en calle San Juan, en la reunión con la gente de Buenos Aires, las persuaden de no hacer la denuncia”.
DENUNCIA. El defensor explicó que pese a la recomendación de no radicar denuncia alguna por el faltante del dinero “la presidenta de la Liga Santa Teresita va a hacer la denuncia a la Comisaría 4ª por el hurto o robo. Aparentemente, según me dijo mi cliente, le dijeron que era mejor no hacer la denuncia y le tomaron una exposición, esto es lo que dilata en el tiempo el conocimiento de la noticia criminal a Fiscalía. Pasan veinte días y aparece denunciando la presidenta de la liga Paraná, que ni siquiera estuvo en el lugar del hecho, a la presidenta y a la tesorera por el delito de Administración infiel, no se habla de hurto. Este delito, como actividad requiere que una persona o una persona jurídica entregue bienes para ser administrados y el administrador lo perjudique favoreciendo a un tercero o a sí mismo”.
Fuente: El Diario