Transcurridos ya cuatro meses desde que terminó la cosecha, y con pocos productores vendiendo su soja para financiar la nueva, en el mercado hacen cuentas: con datos actualizados, se calcula que hasta esta semana se lleva comercializados unos 40 millones de toneladas de soja de 61 millones de la cosecha total. En un año normal, debería quedar un 20% de la producción por venderse, hoy estamos en un 32%.
«Las ventas están más lentas que años anteriores y son inversamente proporcionales a la especulación creciente acerca de una eventual corrección en el tipo de cambio que podría hacer el gobierno entrante», sostiene un analista del sector.
El dato es que, una vez más, la soja en los silosbolsa funciona como seguro de cambio, en un escenario que no sólo pondera el tipo de cambio futuro, sino también la tasa de inflación, la emisión monetaria y los planes de los referentes económicos de cada uno de los candidatos. A ello se suma la propia volatilidad de los precios internacionales.
Ayer a soja cerró en los u$S 323 la tonelada. En el sector ven en los precios una resultante de la combinación de la holgada cosecha en EE.UU. para la campaña 2015/16, sumada a una oferta de la región que volvería a estar en las cifras del año pasado (98 millones de toneladas en Brasil y 58 millones de toneladas en Argentina) y un dólar que ha sufrido una fuerte revaluación en los últimos meses han llevado a ver la soja en Chicago en mínimos de 5 años.
Las dudas tienen que ver con el camino a seguir. Para algunos, el «negocio» es quedarse con la soja «hasta que aclare». Para otros, y con el dato del precio de la soja para mayo del año que viene que está mostrando una caída de u$s 20 la tonelada con respecto del precio del disponible, el problema es que la estrategia de quedarse en soja sin coberturas hasta el año próximo podría ser no tan beneficioso. Es más: el recorte en los valores de los bonos en dólares por la medida que afecta a los fondos comunes ofrece tasas (en moneda dura) que son difíciles de conseguir en otras apuestas. Otro camino para estar dolarizado hasta marzo del año próximo es el que ha tomado un grupo de productores quienes venden la soja, compran Lebacs que rinden 28% anual en pesos y suscriben contratos de dólar futuro con ese vencimiento.