Scioli confirmó que Urribarri será su ministro de Interior y Transporte

Tras la confirmación de Scioli ayer en Uruguay, donde se reunió con el presidente de ese país, Tabaré Vázquez, Urribarri dijo que “la posibilidad de integrar el gabinete nacional es una distinción para Entre Ríos por su transformación de estos años y por su protagonismo nacional. Pero también expresa el pensamiento de Daniel Scioli que planteó que su gobierno tendría una conformación bien federal, y ya está empezando a cumplir”
El candidato a presidente confirmó así un nuevo nombre que se sumará a los ya anunciados en la última semana. Urribarri se suma así a la lista de nombres que formarán parte del gabinete de alcanzar el bonaerense la presidencia de la Nación. Ya fueron anunciados por él mismo Alberto Pérez como Jefe de Gabinete; Miguel Peirano como titular de la cartera de Industria; Alberto Barbieri, actual rector de la UBA, al frente de Educación; Diego Bossio, titular de la Anses, a cargo de Infraestructura; y el sanitarista y ministro provincial Alejandro Collia, en Salud, además del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza a quien también confirmó como parte del equipo sin, hasta el momento, especificar su rol.
El mandatario entrerriano expresó su “orgullo” personal por el ofrecimiento de Daniel Scioli y apuntó. “Es un orgullo, por supuesto, pero no lo tomo como un reconocimiento a mi persona. Esta posibilidad de integrar el equipo del gobierno nacional es una distinción para la provincia, y por supuesto una enorme oportunidad para que Gustavo Bordet pueda continuar por este camino de profundas transformaciones que iniciamos en 2007” sostuvo Urribarri.
Luego indicó: “Ahora tenemos que trabajar para ganar las elecciones en primera vuelta. Tengo la absoluta confianza que el pueblo entrerriano y el pueblo argentino quieren construir futuro, y por eso nos van a ratificar la confianza para hacer todo lo que está faltando y encarar la etapa del desarrollo nacional”.
Urribarri acompañó ayer a Scioli a las visitas a Uruguay y Brasil donde se reunió con los respectivos presidentes, Tabaré Vázquez y Dilma Rousseff. En ese marco, el gobernador bonaeresne reivindicó la construcción de alianzas regionales hechas por los ex presidentes como Néstor Kirchner y Lula Da Silva a la vez que aseguró que “se viene una nueva etapa de consolidación, de nuevos desafíos y de grandes inversiones” que se crecerá en la construcción “de puentes, rutas y caminos que faciliten el comercio bilateral”.
Entrerrianos en el gabinete
Si Daniel Scioli llega a la presidencia de la Nación, Sergio Urribarri será el primer entrerriano desde el advenimiento de la democracia en encabezar un ministerio en el gabinete nacional. No obstante, antes hubo otros políticos de la provincia que ocuparon los principales cargos del gobierno central.
Luis Rafael Mac Kay, oriundo de Gualeguay, se desempeñó como ministro de Educación y Justicia entre 1958 y 1962, durante la Presidencia de Arturo Frondizi. Antes, había sido diputado provincial durante dos mandatos y diputado nacional por Entre Ríos en 1946.
Durante la segunda mitad de la presidencia de Marcelo T. de Alvear, el también gualeyo Emilio Mihura se desempeñó como ministro de Agricultura de la Nación, entre 1925 y 1928. Antes había sido diputado nacional y vicegobernador, acompañando a Celestino Marcó, también de Gualeguay. Mihura murió en 1943.
Oriundo de Nogoyá, Antonio Sagarna fue ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación entre 1923 y 1928 también durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear. Llegó al cargo a los 49 años tras haber sido diputado provincial, ministro de Gobierno de la provincia durante la gestión de Miguel Laurencena y embajador argentino en Perú. Al término de su labor en el gabinete nacional, fue ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta 1947.
El paranaense Enrique Berduc fue ministro de Hacienda durante la segunda presidencia de Julio A. Roca. Antes había sido diputado provincial e intendente de la capital de la provincia. En 1892 asumió como diputado nacional y cuatro años después repitió mandato. En 1907, fue nombrado director del Banco Nación.
Onésimo Leguizamón, de Gualeguay, fue también ministro de Justicia e Instrucción Pública, pero en la presidencia de Nicolás Avellaneda, entre 1877 y 1882. Antes había sido ministro de Educación de la provincia y diputado. Después, fue diputado nacional e integró la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En 1886 fue candidato a gobernador de Entre Ríos, pero no llegó a las elecciones: falleció en agosto de ese año. El mismo cargo ocupó Osvaldo Magnasco, nacido en Gualeguaychú en 1864, en la primera presidencia de Julio A. Roca, en 1868. También fue diputado nacional, en 1890. Domingo Liotta, si bien no fue ministro, ocupó el cargo de secretario de Estado de Salud en 1973, durante la Presidencia de Juan Domingo Perón, y durante el gobierno de Carlos Menem, el diamantino fue titular de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que hoy tiene rango ministerial.
La designación de Urribarri como futuro ministro de Scioli
Revisando manuales
El estilo impuesto por Sergio Urribarri cuando accedió al cargo de gobernador de Entre Ríos ya marcó una característica particular: la concentración de potestades y también de responsabilidades. Para quienes son frágiles de memoria hay que recordar que a tres meses de haber asumido estalló el conflicto por la Resolución 125, que además del desplume político provocó un parate económico que frenó la senda de crecimiento que venía consolidándose paulatinamente.
Fueron los tiempos de: ¿Urribarri dónde está?
El artículo no tiene por objeto cuestionar conductas que ya fueron objeto de comicio por parte la ciudadanía, suficiente con eso. Sí resulta mucho más interesante saber qué estaba pergeñando quien había llegado a su cargo con “poder delegado” y sin tropa.
Basta para el anecdotario una frase que algún cercano le adjudica “yo llegué sin línea interna, ni agrupación tengo; dejá de perder el tiempo…”
Lo del “desplume” venía a cuento de las trans-fugas dentro del propio oficialismo en momentos en que las papas quemaban. Fue ahí donde el Pato cortó los alambrados y decidió que había que protagonizar los partidos importantes, al lado de quienes habían firmado actas de reparación históricas con Entre Ríos “por la deuda histórica que tiene el país con nuestra provincia”, se cansó de decir.
Pocos le creyeron, era un tiempo que sí cabía preguntarse dónde estaba, porque la calle estaba difícil y el conflicto del campo, con epicentro en el Km 53 de la todavía Ruta 14, lo había recluido en su despacho y al lado de unos pocos escuderos que revisaban la película “300” para fortificar defensas. Cualquier buscapina de los pasillos del poder te vacunaba con la novedad: “preparate porque se caen los gobiernos”, como ensayaban sin pudor Mariano Grondona y Hugo Biolcatti en la TV prime time. El ensayo del “Sueño Entrerriano” habilita a las consabidas bromas, miserias y escritura cloacal que abunda en las redes sociales. También deja espacio -conocida la declaración de Daniel Scioli- para un interregno de reflexión sobre la verdadera vocación del despegue de la dirigencia. O si se quiere para hacer un auto examen de conducta ciudadana: ¿Queremos dirigentes destacados en quien podamos depositar nuestra confianza? o en realidad no queremos romper la medianía para desplegar ríos de chatura crítica. En ese lugar es donde los comunicadores tienen una cuota parte mayoritaria. De ahí viene Urribarri, de su historia de hijo de ferroviario a la provincia, cumpliendo sueños y listo para obligar a las maestras a revisar los manuales para desentrañar los pocos entrerrianos que (por derecho propio) pudieron ser protagonistas centrales de las decisiones políticas de un país. No hubo ninguno en la democracia moderna, si gana Scioli el 25 de octubre, Sergio Daniel Urribarri tendrá su propio capítulo en la escena nacional. Se lo ganó.