El Tribunal Oral Federal de Paraná dará a conocer el próximo martes su veredicto en el caso que tiene a dos personas acusadas por el robo de un niño a su madre biológica en el año 2002, en un hecho que todavía conmueve a la localidad de Basavilbaso.
Ayer, en su alegato, el fiscal José Ignacio Candioti solicitó que Pedro y Claudia, la pareja acusada, sean condenados a penas de prisión por la sustracción, retención y ocultamiento de un menor y la alteración de su identidad. Para el hombre pidió una pena de seis años de cárcel y para la mujer, cinco años.
El fiscal planteó además la necesidad de iniciar los mecanismos de revinculación entre la madre biológica y el niño, que está a punto de cumplir 14 años, algo en lo que también hizo hincapié la delegada del Ministerio Pupilar, Noelia Quiroga, en representación de los derechos del niño. También pidió que se corrija la partida de nacimiento donde figura Pedro como padre del chico.
El defensor José Esteban Ostolaza, en tanto, pidió la absolución de ambos, dijo que la madre biológica había entregado voluntariamente a su hijo porque no podía mantenerlo y sostuvo que la pareja incurrió en un “error de hecho” no imputable.
PRIMERA PERSONA. Andrea Quevedo, una adolescente de 16 años, dio a luz a un niño en el hospital público de Basavilbaso. La joven tuvo un breve contacto con el niño hasta que la pareja se lo apropió. El chico fue inscripto en Registro Civil como hijo de Andrea y de Pedro, y nunca más volvió a verlo. Dos años después presentó la denuncia en un juzgado porteño, pero luego la causa pasó a los tribunales entrerrianos e inexplicablemente quedó traspapelada en un juzgado de Concepción del Uruguay; y recién cobró impulso en el año 2010, a instancias de la propia joven. Entonces los apropiadores fueron detenidos y se encaminó la investigación penal.
Ayer la joven dio un relato conmovedor ante los jueces Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros. Contó que llegó a Buenos Aires siendo una adolescente, escapando del maltrato y la violencia a que era sometida por su madre. Dijo que por cuidar a sus hermanos menores, no la mandaban a la escuela, que no sabía leer ni escribir, que vivió en la calle y que tuvo que prostituirse para sobrevivir. En ese contexto se enteró de que estaba embarazada.
Según dijo, a Pedro y Claudia los conoció a través de un hombre que administraba un bar en el barrio porteño de Constitución y le dijo que ellos la ayudarían. “Cuando les conté lo que me pasaba, me calmaron, me hicieron sentir muy cómoda; nunca nadie me había tratado como ellos. Me dijeron que me quedara tranquila, que no podían tener hijos y que iba a vivir con ellos”, contó la joven.
Tras pasar un tiempo en un hotel que le pagaba el matrimonio, cuando Andrea cursaba el quinto mes de embarazo, la llevaron a vivir a Basavilbaso, de donde eran oriundos, y se instalaron en la casa del padre de Pedro. “Al otro día de llegar, Claudia me marca las pautas de convivencia: que no podía salir sola, me decía qué podía comer y qué no; llegué hasta a bañarme con la puerta del baño abierta”, relató. El control que ejercían sobre la joven era permanente: “Iba acompañada a todos lados, cuando me llevaban a los controles, iban ellos y el médico hablaba con Claudia, le decía lo que tenía que hacer; ni siquiera pude escuchar el corazoncito de mi bebé, le pusieron el aparato a Claudia para que lo escuchara”, dijo entre lágrimas.
Pero de repente la relación comenzó a cambiar y volvió tensa, pelearon y Andrea estuvo a punto de irse de la casa:
–Vos sabés muy bien cómo son las cosas –le dijo Claudia.
–¿Cómo son? –quiso saber Andrea.
Tenés que pagarnos todo lo que nosotros hicimos por vos.
–Pero… ustedes me dijeron que me iban a ayudar y yo ahora no tengo plata…
La discusión habría ocurrido el 24 de abril. Esa noche, Andrea fue internada y dos días después dio a luz a un varón por cesárea. Permaneció en el hospital público tres días más, pero, según dijo, no pudo ver a su bebé. “No me decían nada, yo preguntaba por mi bebé y nadie me contestaba”, recordó. Recién pudo verlo cuando llegó a la casa: “Claudia estaba en la habitación y lo tenía en brazos, le dije que me lo entregara y se negó; me dijo que no me lo daría hasta que no le pagara”, contó.
El chico fue inscripto el 2 de mayo en el Registro Civil de Basavilbaso. En la partida de nacimiento aparece el nombre de Andrea, como la madre, y de Pedro, como padre. La joven negó enfáticamente haber tenido una relación con Pedro, como había dicho el hombre. Años después, un análisis genético confirmó que el niño no es hijo suyo.
Pero la pareja desapareció de Basavilbaso y se radicó nuevamente en Buenos Aires.
Un drama que no termina
Andrea lleva años tratando de revincularse con su hijo. “Recorría las villas, me disfracé, muchas locuras hice para encontrar a mi bebé”, recordó ayer ante el tribunal. Se presentó en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo y, aunque no tomaron el caso, le recomendaron que viera a un abogado que la asesoró y presentó la denuncia. Mientras tanto, volvió a la calle, ejerció la prostitución, formó una pareja, tuvo dos hijas –que hoy tienen 11 y 7 años–, se separó, volvió a formar pareja y tuvo otro hijo –que tiene 1 año–. Una vez, hace seis años, pudo ver a su hijo en los tribunales de Concepción del Uruguay, pero no le permitieron tocarlo, ni abrazarlo ni dirigirle la palabra, por disposición de la jueza que llevaba el caso. Hoy Andrea es podóloga, profesora de natación y de pilates. “Fue muy injusto lo que hicieron conmigo, las cosas no tenían que ser así, yo quería a mi bebé”, contó entre lágrimas. “En ningún momento me dijeron que me iban a sacar al bebé; yo pensé que querían que trabajara con cama adentro”, acotó. “Nunca, jamás, estuve de acuerdo en darle mi bebé a esta gente, ella me lo negó y voy a luchar para que esté conmigo”, aseguró Andrea. “Yo no quiero que mi hijo me odie”, concluyó.
Revinculación
En su alegato, el fiscal Candioti consideró que Pedro y Claudia, los acusados, “se le quedaron con el bebé” que dio a luz la adolescente de 16 años en el hospital público de Basavilbaso y que aún hoy, casi catorce años después, “Andrea no ha podido recuperar a su hijo”. Enfatizó además que “no hay ni un solo testimonio que indique que la joven quisiera desprenderse del bebé”; en cambio, remarcó que la pareja “se aprovechó del estado de vulnerabilidad de la madre biológica”. El fiscal insistió en que “se ha generado un grave daño, tanto al niño como a la madre biológica y el gravamen es irreparable: la madre no lo vio crecer, no pudo llevarlo a la escuela ni festejarle un cumpleaños”. En ese sentido, le pidió al tribunal que remita el expediente a un Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes, a fin de generar las acciones para la revinculación del niño con su madre biológica: “Es importante para el chico saber que su madre no lo abandonó”, remarcó el fiscal. En el mismo sentido, la representante del Ministerio Pupilar, Noelia Quiroga, destacó que “lo fundamental en este caso es garantizar el derecho a la identidad del niño, el derecho que tiene a conocer quiénes son sus padres y preservar su identidad familiar”. Apuntó además que el chico también “tiene derecho a ser oído”. Citó dos informes elaborados por profesionales del Poder Judicial y del Copnaf que aconsejaban, ya en el año 2012, generar instancias de revinculación con la madre biológica, algo que no ha ocurrido y recomendó “citar, escuchar y entrevistar al niño y el juzgado debe promover el vínculo con la madre biológica, si lo cree conveniente”.
BREVES
Por el homicidio en barrio Mosconi hay un detenido
Un joven de 19 años fue detenido por el homicidio de Leandro Escuri, ocurrido el miércoles por la tarde en el barrio Mosconi de la capital provincial. “Se pudo determinar que la autoría del hecho correspondía a un joven de 19 años con quien la víctima tuvo un altercado”, sostuvo el director de Investigaciones de la Policía, Mario Leiva.
Al parecer, el móvil del crimen sería un reclamo por una paternidad, de acuerdo a la hipótesis que manejan los investigadores y el fiscal Gervasio Cabriola. Escuri fue atacado a balazos mientras caminaba por calle Estado de Palestina. Desde una moto le descerrajaron un disparo que ingresó por la axila y le afectó órganos vitales. Si bien fue trasladado en forma inmediata al Centro de Salud Ramón Carrillo, falleció allí. El comisario Leiva explicó que “la víctima estaba sentada en el cordón de la vereda, cuando se produjo una discusión con una mujer que iba en una moto con otro muchacho; un rato después, esa misma moto volvió con dos personas a bordo y quien viajaba como acompañante le efectuó un disparo de arma de fuego”. Los investigadores trabajan ahora para identificar a quien conducía la moto. Trascendió además que un hermano de Escuri también fue baleado en un intento por tomar venganza por la muerte del joven. Se supo que recibió un disparo en la muñeca derecha, por lo que fue trasladado al Hospital Domagk y luego derivado al Hospital San Martín, aunque su estado no reviste gravedad.
La Policía secuestró casi 100 kilos de marihuana
Efectivos policiales secuestraron casi cien kilos de marihuana y detuvieron a dos hombres, oriundo de la provincia de Misiones, en un procedimiento de control vehicular realizado el miércoles por la noche sobre la Ruta Nacional 12. El cargamento era trasladado en una camioneta Volkswagen Saveiro conducida por Jorge Alberto Biffi, domiciliado en la localidad misionera de San Antonio. En total se incautaron 95,84 gramos de marihuana, acondicionados en forma de ladrillos de distintos tamaño y que estaban escondidos en distintas partes del vehículo. Además, los policías detuvieron a otro hombre que oficiaba de puntero, anunciándole al conductor sobre la presencia de controles policiales sorpresivos sobre la ruta. El hombre fue identificado como Antonio Alberto Suamela, de 37 años, quien conducía un automóvil Chevrolet Onix que era propiedad de Vanesa Diana De Amaral, la esposa de Biffi. Los dos hombres fueron detenidos, quedaron a disposición del juez federal de Paraná, Leandro Ríos, quien los imputó por delitos de narcotráfico. Desde la Policía dejaron trascender que el cargamento estaba siendo trasladado hacia la provincia de Buenos Aires.