La medida que llevará adelante el Municipio responde a un fallo de la jueza en lo Civil y Comercial, María Andrea Morales, en el marco de una causa iniciada por el Foro Ecologista de Paraná en 2008. La orden judicial debe aplicarse en la totalidad del ejido. Esto es un inconveniente en términos operativos para la Comuna ya que tiene que adoptar una compleja logística en la totalidad del servicio. Por ejemplo, el hecho de que haya días específicos para los orgánicos (lunes, miércoles y viernes) y para los inorgánicos y sanitarios (martes, jueves y sábado) requiere una aceitada coordinación que evite demoras o interrupciones que atenten, desde el propio Estado, contra el objetivo de la diferenciación.Lo preferible, tal vez, hubiese sido la aplicación gradual y la consolidación por sectores de la separación. Algo que se intentó en gestiones anteriores pero que no tuvo continuidad. Una de las razones de este hecho es que no se resolvió qué hacer con los residuos una vez separados. La pregunta que se instaló en su momento fue “¿para qué separar si después todo termina en el mismo lugar?”. El riesgo actual es que si la determinación no es acompañada por acciones complementarias cunda nuevamente el descreimiento y la desacreditación.
Los responsables de las áreas como los operarios tendrán que estar a la altura de las circunstancias. “Es hora de ponerse los pantalones largos” dicen en los lugares de decisión comunal. La afirmación, tomada del tiempo en que dejar los pantalones cortos era signo de crecimiento y madurez, también vale para la ciudadanía de Paraná. La responsabilidad sobre la generación de residuos y su correcta separación dependerá del grado de conciencia ambiental y del amor que se sienta por el lugar donde se vive. Esto implica no sólo pensar en uno mismo sino en la comunidad.
La referida sentencia de la Justicia indicó, asimismo, que deben colocarse carteles informativos con días y horarios del programa. Le cabe a la Comuna una ardua tarea de comunicación y educación. Los afiches solos, seguramente, no alcanzarán. Al respecto, se observa el inicio de una campaña que deberá ser intensificada y sostenida en el tiempo si se busca la modificación de hábitos. El éxito de este eslabón del tratamiento de la basura no depende exclusivamente del voluntarismo. Será necesaria la formación ambiental, el control e, incluso, la aplicación de multas (que por ahora no están previstas aunque sí en un futuro). De lo contrario, es posible que se repita la experiencia de la discontinuidad y la desidia. Hay que tener en cuenta que son muchas las demandas al Municipio, especialmente, de quienes viven en algunos barrios o en los suburbios (donde, por ejemplo, el camión recolector no pasa a diario). Por eso, es fundamental que la Comuna dé señales claras de su compromiso. Con el tiempo, se podrá evaluar si tanto el Estado como la ciudadanía han tomado en serio el problema ambiental de la basura.
CONTEXTO. No debe perderse de vista que la medida de separación en origen llega con una planta de tratamiento en funcionamiento (donde se desempeñan decenas de cooperativistas); camiones para la recolección y el lavado de contendores de metal; y buena parte de la ciudad con receptáculos de plásticos. Muchos de estos importantes pasos se dieron durante la gestión anterior. En todo caso, lo que se intenta señalar es que vale la pena, para el bien común, la continuidad de ciertas líneas. De otro modo, se hace imposible la previsibilidad y la credibilidad de las políticas locales. Además de atender la operatividad, el Municipio deberá resolver el destino de los distintos tipos de residuos. Los inorgánicos llegarán a la planta para ser clasificados y vendidos (cuanto menos contaminados estén por la basura húmeda será mejor para quienes viven de los desechos). En lo inmediato, el mayor problema tal vez lo representen los orgánicos. Un porcentaje de éstos, según se anunció, irán al Vivero Municipal para generar compost. Otra parte, por ahora, terminará en el Volcadero. En el futuro, se espera que esta fracción de basura sea utilizada en biodigestores para la generación de energía. Con lo irrecuperable se haría un relleno sanitario. Desde la Secretaría de Ambiente municipal dicen que los ajustes se irán realizando con el avance de la implementación y en diálogo con los vecinos. La paciencia será una de las virtudes que habrá que ejercitar en los primeros tiempos de la implementación de la iniciativa. No se pueden esperar resultados inmediatos. Serán la coherencia y la perseverancia la que le den un respaldo a esta resolución. Cada uno deberá hacer su parte.
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Fuente: El Diario