El único oso polar de la Argentina, Arturo, de 30 años y que vive en el zoológico de Mendoza, mostró «signos de decaimiento, disminución en su actividad física y apetito» en los últimos días.
La directora del zoo, Mariana Caram, informó que Arturo «lleva una semana en estado de decaimiento». El animal nació en 1985 en el zoológico de Colorado, Estados Unidos, y es la quinta generación de ejemplares de esa especie nacida en cautiverio.
Sin embargo, en 2014 una junta médica de veterinarios de distintos países determinó que trasladarlo ponía en riesgo su vida, mientras que a principios del año pasado el experto internacional en osos polares, Donald Moore, evaluó que el animal se encontraba «bien en lo físico y en cuanto a su salud mental» y que el hábitat en que vivía era «positivo».
«Preferimos que esté en su recinto para poder monitorearlo permanentemente y ver cómo evoluciona», relató la directora del zoo y explicó que de acuerdo a ello emitirán un parte médico. «Si no mejora, lo sedaremos para hacerle ecografías y radiografías y tener un diagnóstico más preciso del por qué de la sintomatología que presenta», detalló.
Y completó: «No queremos asustar a nadie, pero creímos necesario comunicar el estado de salud en que se encuentra el animal».