Algunos policías resultaron heridos en la madrugada de este miércoles luego que un acto político de Donald Trump derivó en una noche de violencia, con enfrentamientos entre agentes de seguridad y detractores del candidato presidencial Republicano en Albuquerque, Nuevo México.
Los hechos de violencia comenzaron durante un acto político en el Trump Albuquerque Convention Center, en el que había unas 4.000 personas.
Durante su discurso, Trump fue varias veces interrumpido por opositores que gritaron y mostraron carteles de protesta. Algunos de los carteles incluían la leyenda «Trump es fascista» y «Ya escuchamos demasiado».
Trump se dirigió a ellos pidiéndoles: «vayan a casa de mami», mientras sus seguidores reclamaban«construir el muro», en alusión a la barrera que el magnate quiere levantar en la frontera con México.
«¨Qué edad tiene este chico?», preguntó Trump dirigiéndose a uno de los protestantes. «Todavía usando pañales».
La policía informó esta mañana que una persona fue arrestada anoche, y que varios oficiales resultaron heridos. El fiscal de Albuquerque, Doug Antoon, dijo que algunos manifestantes comenzaron a arrojar piedras dentro del Centro de Convenciones, y precisó que una de las puertas de vidrio para ingresar quedó destrozada. «Esto no fue una protesta, esto fue una pelea; estos son grupos de odio», dijo el fiscal.
Camisetas con la leyenda «Make America Great Again», el eslogan de campaña de Trump, fueron incendiadas por los manifestantes.
La violencia continuó luego en las calles del Downtown de Albuquerque. Unos 100 partidarios del magnate se quedaron por las calles donde se enfrentaron con opositores al empresario, muchos de ellos con el rostro cubierto.
Granadas de humo fueron utilizadas en un esfuerzo por tratar de dispersar a la multitud, mientras que los manifestantes arrojaron piedras, botellas de plástico e incendiaron camisetas y maderas.
En las Primarias de anoche en el Estado de Washington, en tanto, el virtual candidato Republicano alcanzaba el 80 por ciento de los votos. Aunque se llevara los 44 delegados en disputa aun no alcanza la mayoría para conquistar oficialmente la nominación presidencial.
El senador Ted Cruz y el gobernador de Ohio John Kasich, que se retiraron de la carrera presidencial pero cuyos nombres permanecen en las boletas ya impresas, reunían menos del 10 por ciento cada uno.