
Según explicó Cabrera ese acuerdo institucional tenía “carácter vinculante” y el premio consistía en el desarrollo del proyecto ejecutivo y la dirección de la obra.
Incluso, señaló, estas labores debían hacerse efectivas en el plazo de un mes luego de decidido el orden de mérito de las 15 propuestas presentadas.
“Después de enviar varias notas, pasados dos años, nos contrataron para realizar el proyecto ejecutivo. Esto implicó presentar la documentación completa en relación a la instalación eléctrica, los sanitarios, la jardinería, los cálculos estructurales, etc. Sin embargo, nunca más nos llamaron” afirmó el profesional.
El proyecto de Cabrera y Trlin fue presentado en el Ministerio de Planeamiento en agosto de 2015 y visado en el Colegio el 4 de septiembre de ese año con los planos completos para realizar la obra.
“Yo lamento muchísimo que la provincia y la ciudad se pierdan de un espacio público significativo. Si uno mira la mancha urbana de Paraná se da cuenta que los lugares comunes son escasos. El proyecto preveía un área de encuentro donde se expresen las coincidencias y las diferencias en un marco democrático” dijo el profesional.
El referido espacio estaba degradado a una playa de estacionamiento desde el gobierno de facto del brigadier Ricardo Fabre. De este modo perdió su original valor como lugar público que daba marco a la Casa Gris.
El proyecto de Cabrera y compañía incluía una plaza seca (con un área verde y equipos de bancos) y la semipeatonalización de calle Laprida.
También tenía la pretensión de ser un espacio cultural para la realización de eventos. El presupuesto de la obra era de 16 millones 300 mil pesos (según los valores de julio de 2015).
Consultado sobre la posibilidad de emprender alguna vía de queja dijo que “no lo hemos pensado. Los que hubiera correspondido es el diálogo que tanta falta nos hace a los argentinos. Desde nuestro lugar hemos visto con mucha preocupación la cuestión de los espacios públicos. Por ejemplo, el modo en que se perdió el hipódromo. Ahora hemos perdido el anhelo de contribuir a la ciudad”.
Cabrera y Trlin tienen entre sus antecedentes haber sido quienes proyectaron la costanera nueva de Paraná. El equipo de la iniciativa en cuestión se completa con Andrés Milos Sukdorf, Marcos Bearzot, Carlos Pignata y Jorge Grimó.
OPINIÓN DEL COLEGIO. Luego que el gobierno anunciara el reacondicionamiento del centro cívico y la constitución del Museo del Bicentenario, la entidad que agrupa a los arquitectos dio a conocer un comunicado en el que se expresa que “el Colegio de Arquitectos de Entre Ríos (CAPER) aplaude la iniciativa pero recuerda que en el año 2012 se firmó un acuerdo y se realizó un concurso de ideas para el espacio público y puesta en valor de la Plaza Mansilla, cuyo premio fue la ejecución del proyecto por parte de los arquitectos ganadores”.
El presidente del Colegio, Mario Coulleri, enfatizó la importancia de “darle continuidad a las políticas de Estado en temas sustanciales como en los concursos públicos que generan sobre todo transparencia en los actos de gobierno”. Este pronunciamiento fue destacado por Cabrera.
Lo que se viene
Los trabajos que se llevan adelante son encarados por el gobierno con el objetivo de recuperar espacios públicos y restaurar edificios del patrimonio urbano.
Se estima que las labores demandarán dos meses. Mientras dure la obra quedará limitada la circulación por calle México, entre Santa Fe y Córdoba.
En ese tramo de calle México se realizan tareas de reparación de desagües pluviales y la extensión de la vereda para constituir una semipeatonal (sin estacionamiento).
La parada del servicio de taxis sobre calle Santa Fe continuará, por el momento, en el mismo lugar. La histórica fuente emplazada en medio del espacio también será restaurada por lo que necesita ser trasladada.
Las obras apuntan a preservar la estructura de la Casa de Gobierno y construir un museo del Bicentenario en el subsuelo del edificio. El proyecto es llevado adelante de manera mancomunada por Nación, Provincia y la Municipalidad.
¿Qué hacer con el estacionamiento?
La actual veda para estacionar en ese espacio ha ocasionado una aglomeración de automóviles en los alrededores del centro cívico.
Consultado sobre esta cuestión, Cabrera dijo que el problema es la “inundación de máquinas que sufre Paraná al igual que otras ciudades en detrimento del derecho de los peatones”.
En el proyecto de su elaboración los aparcamientos no estaban contemplados ya que trascendían las bases del concurso. El arquitecto consideró que éste es un problema estructural de las urbes contemporáneas que debe ser solucionado desde diferentes ángulos.