
El escenario dejó pocas opciones para los ahorristas conservadores y menos sofisticados del mercado, acostumbrados desde siempre a elegir, según las circunstancias, entre el plazo fijo y el dólar. Guardar dinero en el banco a tasas de interés que se ubican por debajo del 25% anual dejó de ser atractivo en una economía con inflación ya cercana al 44% anual; y al mismo tiempo, apostar a un dólar que todos ven bajista, a pocos días de que se ponga en marcha el mayor blanqueo de capitales de la historia argentina, podría convertirse en otra mala experiencia. Frente a esto, en los bancos y las sociedades de Bolsa recomiendan inclinarse por alternativas algo más alejadas del menú tradicional que pueden encontrarse en el mercado de capitales. Acá, cinco de ellas:
1| Sigue la soberanía de las Lebac
Los títulos ofrecidos cada semana por el Banco Central siguen ubicándose con rendimientos muy superiores a los del plazo fijo: la letra más corta, a 35 días, ofreció en la última licitación una tasa de interés del 30,25% anual. Las desventajas de estos instrumentos son, al menos, dos: el retorno se ubica muy por debajo de la inflación; y el cortísimo plazo de las letras que más rinden obliga a reinvertir el dinero cada un mes para sacar el mayor provecho. La ventaja: en los hechos, estas letras tienen el beneficio de un plazo fijo «precancelable» (que suele tener tasas sensiblemente más bajas que el tradicional), y permite rescatar lo invertido mediante la venta del título en el mercado secundario, sin necesidad de esperar al vencimiento.
2| Una copia perfecta: Bonos atados a las Lebac
Algunos títulos en la Bolsa ofrecen como retorno la tasa promedio de una letra del Banco Central a 90 días. Y si bien su rendimiento es bastante menor al de las Lebac más cortas (a 35 días), estos bonos tienen el beneficio de que permiten dejar el dinero colocado a mediano plazo sin tener que reinvertirlo cada mes. Entre ellos están, por ejemplo, el A2S6, que vence en septiembre próximo y rinde 28% anual; y el AY17, que vence en mayo de 2017 y otorga un rendimiento más cercano al 30% anual.
3| Las perlas del Merval: acciones de bancos
El contexto de alta inflación mostró ser muy favorable para el negocio bancario en los últimos años de alta inflación. Sucede que, cuando esto ocurre, las entidades se benefician con una suerte de «señoreaje» que realizan sobre los ahorristas: pagan pocos retornos por los plazos fijos y cobran altas tasas activas, con lo cual amplían extraordinariamente sus márgenes de ganancias. Si bien el escenario global podría comprometer al sistema financiero, por distintos eventos, en el plano local la perspectiva de la rentabilidad de los bancos locales es altamente optimista. Los papeles bancarios están entre los más buscados por estos días en el mercado y en las sociedades de Bolsa creen que pueden ser los nuevos protagonistas del segundo semestre.
4| Un clásico: los bonos atados a CER
La inflación obliga a volver a mirar los instrumentos que tienen atado su rendimiento a la evolución de los precios. Entre ellos, el Discount en pesos y el PR13. Hay que considerar que una suba de precios cercana al 2,5% y al 3% por mes, como la que se está percibiendo en junio y junio, deja un rendimiento anual para estos bonos muy superior al 40%. Significa que si se confirman las correcciones que ya están haciendo algunas consultoras privadas sobre la inflación de los últimos meses del año (del 1, 5% al 2% mensual), los instrumentos tendrán algún impulso y terminarán por reportar buenas recompensas a quienes apuesten a ellos.
5|Para diversificar: bonos en dólares
Deben estar siempre en la cartera para protegerse ante cualquier contingencia. Y si bien el dólar no luce por ahora demasiado atractivo en sí mismo por las bajas expectativas de devaluación que existen en torno del peso (se espera que el tipo de cambio se ubique en los $16 a fin de año), en la Bolsa mencionan algunos títulos en moneda extranjera que pueden verse favorecidos directamente por la caída en el riesgo-país. Por ejemplo: el Discount en dólares y el Bonar 2024 (si bien las subas acumuladas dejan poco upside) y algunos nuevos títulos provinciales, con altos rendimientos (de entre el 7% y el 8% anual), como el Buenos Aires 2017. La desventaja: muchos de los nuevos títulos en dólares en la Bolsa sólo pueden adquirirse en «bloques» mayores a los $150.000.