ROMA.- Ya es oficial: el papa Francisco recibirá en audiencia al presidente Mauricio Macri el sábado 15 de octubre, un día antes de la ceremonia de canonización de José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), popularmente llamado «el cura Brochero».
Según confirmaron ayer fuentes del Vaticano a LA NACION, el Papa verá por segunda vez en el año a Macri el sábado 15 y no el lunes 17 de octubre, como había pedido el primer mandatario, «por problemas de agenda del Santo Padre y de oportunidad».
Desde el Gobierno expresaron satisfacción por la fecha otorgada por el Vaticano para la audiencia, «que estuvo entre las que se mencionaron del lado argentino», según indicaron a LA NACION.
Luego de la audiencia con el Papa del sábado 15 de octubre, que se espera que sea más «descontracturada», Macri asistirá el domingo a la canonización del cura Brochero, que será proclamado santo junto a otros seis beatos de otras nacionalidades en una misa solemne en la Plaza de San Pedro. En el marco de la ceremonia, en la que Brochero se convertirá en el primer santo que nació, vivió y murió en la Argentina, muy probablemente el Papa volverá a saludar a Macri.
Desde que Francisco recibió a Macri en febrero pasado, en efecto, reiteradamente estallaron polémicas vernáculas. Entre varias, una fue cuando, después de ser recibida en el Vaticano, Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, aseguró que el Papa estaba preocupado por un clima de revanchismo parecido al del ’55 que reinaba en el país. Poco después, el rechazo de la fundación pontificia Scholas Occurrentes a una donación de casi 17 millones de pesos por parte del Gobierno, por orden del Papa, volvió a ser objeto de especulaciones.
En junio pasado, después de conversar durante más de una hora con Francisco en la residencia de Santa Marta, la canciller Susana Malcorra aseguró que no existía «ninguna animosidad» hacia el Presidente de parte del Papa. «El Santo Padre se mostró muy preocupado y ocupado por la cuestión de la pobreza, la cuestión de las oportunidades para los jóvenes, y el narcotráfico, que son temas que están relacionados entre sí. Hablamos mucho de eso, de cómo trabajar, de cómo hacer que este círculo vicioso se revierta y cómo efectivamente hay que dar un tiempo para que esto pueda ocurrir. Pero no hubo pases de facturas, hubo simplemente una conversación», dijo entonces Malcorra.