Josefina López, de 17 años había sido vista por última vez el 29 de julio de 2015, a las seis de la tarde, cuando salió de su domicilio en el asentamiento La Bianca de Concordia, y después de una visita a su madre se le perdió el rastro. Casi un mes después, el 25 de agosto, llegó la peor noticia: el cuerpo desmembrado de la joven fue encontrado a pocas cuadras de su casa. La autopsia reveló que recibió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó el estallido del cráneo.
Por el crimen está detenido un tío de la joven, Juan Carlos Acuña, alias Víbora, de 47 años, ex boxeador, que era pareja de una tía de Josefina y poco tiempo antes había recuperado su libertad tras cumplir una condena por intento de violación y tentativa de homicidio de una adolescente de 14 años en la provincia de Buenos Aires. El hombre había llegado a Concordia para trabajar en la cosecha de arándanos.
Acuña está detenido y procesado por el delito de homicidio, agravado por la condición de mujer de la víctima.
Rosa Blanco se define como «mamá del corazón» de Josefina López, ya que es la pareja de su padre, Gustavo López. En diálogo con Elonce TV dio cuenta de «la lucha cuesta arriba» que continúa llevando adelante la familia: «Todavía no se ha encontrado nada, se mandaron 32 pruebas a hacer, y ninguna arrojo resultados positivos. Se enviaron a hace otras, de las que aún no tenemos los resultados».
Además mencionó que el papá de la chica «fue a ver al fiscal y no lo pudo recibir porque estaba muy ocupado, que era imposible, le dijeron. Le prometieron que recién el lunes que viene lo podrá recibir».
La familia está temerosa de que Acuña «pueda quedar libre». En este sentido afirmó: «El lunes nos reunimos con nuestro abogado Francisco Ascué, quien nos alertó que está latente la posibilidad de que pueda quedar libre, que le den menos años de lo que esperamos, o que vaya a juicio abreviado».
Dicen que si llegara a quedar libre, «tememos lo peor, tanto la mamá biológica, como nosotros con el papá tenemos criaturas. Es horrible pensar que puede llegar a pasar si él queda en libertad».
Los familiares de la chica asesinada pretenden «llegar a un arreglo por 20 años para Acuña, en un abreviado; si no aceptan lo vamos a llevar a juicio oral y público», puso relevancia.

Al afirmar que es lo que pretenden, Blanco dijo que esperan que «lo condenen, que no salga en unos años, porque va a volver hacer lo mismo: lo intentó en Buenos Aires y afortunadamente la chica se recuperó y no corrió la misma suerte que Josefina».
A más de un año que a esta familia «le arrancaron» a Josefina, de la forma más violenta que pudiera suceder, Rosa Blanco destacó que ponen «en la balanza todo lo que ha pasado, `bajoneados` porque se han demorado en las pruebas. Sigue todo igual, tal como empezamos, sin nada. Es una vergüenza, es muy doloroso, no hemos tenido respuestas favorables». Acotó que ella misma se acercó a Paraná a «pedir ayuda» al Ministro de Justicia, Mauro Urribarri.
Pese a que ellos no ven avances en la causa sostienen: «No vamos a parar, no vamos a bajar los brazos, vamos a seguir».
De la misma manera pidieron a Concordia que apoye el pedido de justicia, que «se sume más gente» a las convocatorias que organizan. Planean realizan una concentración para el 25 de septiembre, para insistir con el reclamo de «respuestas en la causa».

Además se dirigió a los jueces, manifestando: «Queremos que nos den una mano, hoy nos tocó a nosotros pasar por esto, ojalá no haya otra víctima más, porque es muy difícil pasar en carne propia, esto que estamos sintiendo».