El primer paro nacional de las mujeres contra la violencia de género realizado en Argentina vio movilizarse a miles de mujeres en las provincias de Chaco, Misiones, Corrientes; y de ciudades como Mar del Plata, Rosario, Córdoba y Buenos Aires, que reclamaron «justicia» y «políticas de Estado para terminar con la violencia de género y los femicidios».
Convocada por el colectivo «Ni una menos Resistencia» y con el acompañamiento de varias organizaciones sindicales, sociales y del Estado, la Plaza 25 de Mayo fue escenario una vez más del multitudinario reclamo donde familiares y víctimas de la violencia de género dieron testimonio de sus casos y pidieron a las autoridades de los gobiernos nacional y provincial que «tomen medidas que permitan terminar con los casos de femicidios y todas las formas de violencia hacia la mujer».
En Corrientes, a pesar de la lluvia, cientos de mujeres vestidas de negro se movilizaron a la plaza 25 de Mayo, donde el principal reclamo fue la reglamentación e implementación en la provincia de la ley de emergencia por violencia de género.
La concentración tuvo como protagonistas a los familiares de las víctimas de femicidio, además de organizaciones sociales, políticas y sindicales.
Participaron los familiares de Eli Verón, quien falleció en 2013 tras estar internada 60 días por los golpes que le dio su pareja, Adrián Sosa García, hoy con prisión perpetua; de Sandra Silguero, asesinada por su marido Daniel Borlicher, que aún permanece prófugo; y de Alejandra Duarte, que murió el domingo último tras ser rociada con combustible y prendida fuego; por el hecho está imputado su pareja, Ramón Tami.
«Reiteramos nuestro pedido para que se haga efectiva la reglamentación de la ley de emergencia por violencia de género en la provincia», dijo a Télam Leticia Gauna, referente de la ONG Mumalá.
Gauna explicó que la aplicación de la ley «significa contar con la línea gratuita 137, una herramienta importante para realizar denuncias en forma anónima la asistencia de un equipo interdisciplinario, la construcción de refugios y la ayuda económica a mujeres víctimas de violencia de género».