
Queda el consuelo, triste atenuante, de que el equipo de Daniel Orsanic afrontó el duelo contra Italia sin sus cinco jugadores mejor ranqueados. Por distintos motivos, ajenos a la decisión del capitán, no jugaron Juan Martín Del Potro (38), Federico Delbonis (48), Diego Schwartzman (52), Juan Mónaco (65) y Horacio Zeballos (69). Sin embargo, gracias al inestimable aporte de Charly Berlocq (78) -quien entró al equipo por la ventana ante la baja a último momento de Zeballos- y de Leo Mayer (142) -inactivo desde noviembre- se llegó vivo al último punto.
En el juego decisivo primó el mejor talento individual del díscolo italiano y pese al muy buen rendimiento del argentino, quien mejoró notablemente la imagen opaca que había dado en el duelo del viernes contra Lorenzi.
El gran arranque del argentino Pella, certero en la devolución, y la poca movilidad de piernas de su rival, lo llevaron rápido a una ventaja, impensada en los papeles, de dos parciales.
Sin embargo, el trámite cambió drásticamente, no tanto por la producción del local, sino por el inmenso tenis del italiano, quien mejoró en confianza y brindó un juego de altísimo vuelo recién cuando se vio con la soga al cuello.
Con un concierto de drop shots y tiros a las líneas le alcanzó para meter a su país en cuartos y para mandar al campeón al Repechaje, contra rival a definir, entre el 15 y 17 de septiembre.