Una de sus aulas, la que usa el 6º año, se encontraba clausurada y con un cartel que dice: «Gabinete simulador». Además, bancos de otro de los salones habían sido retirados y guardados bajo llave en esa aula.
Lo que ocurrió, según explicaron los directivos de la escuela que funciona en el Complejo Educativo Juan Domingo Perón (más conocido como la «Pecera»), es que ellos comparten las instalaciones con la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud, de Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). Entonces, habrían sido ellos los que cambiaron la cerradura del aula e impidieron su uso por parte de los estudiantes secundarios.
«Todo esto sucedió la semana pasada», aseguró Susana Mendieta, rectora de la Escuela Secundaria Nº 22 Raúl Scalabrini Ortiz. La docente explicó que las dependencias son «de uso compartido» con la Facultad de la Uader. Durante la mañana, dan clases los chicos del secundario, por la tarde, los universitarios. «Existe un acuerdo firmado donde todas las instituciones educativas que ocupan el complejo se comprometen a respetar horarios y usos de espacios», señaló la rectora a El Diario.
Sin embargo, no se habría cumplido ese pacto la semana pasada. «Yo no estaba presente, pero le pregunté al coordinador del complejo si a él le habían avisado y me dijo que no sabía nada», aseguró Mendieta.
«Hoy (por ayer) se presentaron los alumnos. A pesar de la medida de fuerza, muchos docentes vinieron en solidaridad con lo que nos estaba pasando. Pero no teníamos disponible el aula de ese curso. Pudimos usar otra que estaba libre por el paro. Pero no sé qué vamos a hacer la semana que viene», lamentó.
Pero los chicos consiguieron un aula sustituta por estos días pero no tienen bancos, así que se sentaron en el suelo.
«¡Queremos que nos devuelvan los bancos y nuestra aula!», reclamaron los estudiantes. Además, señalaron que «justo en esta semana, en la que se habla tanto de evitar la violencia, vienen y nos hacen esto», apuntó.
«La educación secundaria es obligatoria, por ley. Pero la educación universitaria, no. Por eso, nosotros tenemos que cumplir con la ley y garantizarle a estos chicos que van a tener un lugar para dar clases», continuó la docente.
Cuando se le consultó a Susana Mendieta si había tenido alguna comunicación con las autoridades de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud, respondió que no: «No me comuniqué ante una medida tan intempestiva. Pero tampoco me corresponde hacerlo porque yo no tengo ninguna autoridad sobre ellos. Deberá comunicarse el coordinador y ellos dar alguna explicación».
Por otra parte, calificó la actitud de las autoridades de la casa de altos estudios como «violenta» y recordó que «hay un acuerdo firmado por todos que hay que respetar».