Luego de que el fiscal Carlos Stornelli pidiera la detención en medio de la negociación para ser arrepentido, el financista Ernesto Clarens se decidió a confesar sobre el pago de coimas durante el kirchnerismo y este jueves terminó de dar detalles sobre el circuito del dinero.
Clarens se presentó hoy en los tribunales de Comodoro Py para ampliar su declaración indagatoria, tras lo cual consiguió que el juez Claudio Bonadio le homologara el acuerdo para ser considerado imputado colaborador en el caso de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, y evitar así la cárcel.
El acusado admitió haber transformado en dólares las coimas que pagaban en pesos las empresas de obra pública que conseguían los contratos luego de acordar con el gobierno kirchnerista.
Clarens, según fuentes judiciales, entregó al juez Bonadio un listado con las empresas que se beneficiaron con contratos y de las coimas de entre 10% y 20% cobradas a partir de los adelantos y de los certificados de obras.
Siempre según las fuentes, Clarens reconoció que le llevó bolsos con dólares a Daniel Muñoz, el secretario de Kirchner, a una habitación del Hotel Panamericano y a la casa de la familia Kirchner en la calle Uruguay al 1300 en Recoleta.
En su relato, contó que luego de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, el dinero se lo comenzó a dar al ex secretario de Obras Públicas, José López, que está detenido y siendo juzgado por el caso de los bolsos en el convento de General Rodriguez y además está imputado en la causa de los cuadernos como colaborador.
Clarens explicó que su actividad era la de transformar en dólares los pesos recibidos de las empresas, ello a cambio de una comisión, y además llevaba los bolsos que recibieron primero Muñoz y luego López.
El financista se fue libre y con el acuerdo homologado con la seguridad de que no irá a la cárcel por ahora.
En las próximas horas, el juez Bonadio definirá la situación procesal de los acusados y en tribunales todos esperan procesamientos, algunos de ellos con prisión preventiva.