Víctor, el agenciero, manifestó que «estaba seguro» que lo iba a vender. Además, aseguró que el premio «no es el efectivo, sino el de haberlo vendido».

Emocionado, aseguró: «Este mediodía hacemos un asado en la puerta de la agencia y están todos los clientes invitados».
En este sentido, expresó a Cadena 3: «Nací abajo de la agencia, hace 40 años. Es la emoción y la adrenalina de haberlo vendido».
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