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Empresas activan lucha contra el plástico en los océanos

La contaminación por el plástico en los mares y océanos es un problema global que crece a pasos agigantados. Se estima que se arrojan entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico cada año, lo que equivale a que un camión de basura por minuto arroje su carga completa al mar. Según los especialistas, si esta tendencia continúa en 2050 el océano tendrá más plástico que peces.
En los últimos 50 años el uso de plástico en todos los ámbitos de la vida aumentó exponencialmente y ninguna industria se libra de su uso en sus procesos o productos. Sumado a que estos materiales muchas veces tienen una vida útil muy corta (bolsas, sorbetes, vasos de plástico) que al no ser reciclados tardan cientos de años en degradarse y en muchos casos acaban en los océanos.Existen proyectos de investigación que indagan soluciones como nuevos materiales biodegradables que sustituyan el plástico. Los gobiernos realizan programas de control en mares y reciclaje y unos 50 se unieron a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, el mayor movimiento mundial de lucha contra la basura marina. Además, los ciudadanos son cada vez más conscientes del problema que genera el exceso de plásticos y comienzan a modificar comportamientos y reclamar políticas gubernamentales. Por nombrar una, en la Ciudad de Buenos Aires desde el 1 de enero de 2017 está prohibido el uso de bolsas plásticas en supermercados.

En este contexto cabe preguntarse qué rol juegan las empresas. El llamado global no pasa desapercibido por los hombres de negocios que están atentos a los pedidos de lo inversores y los consumidores. Es por eso que muchas están cambiando sus procesos para evitar o aminorar el uso de plásticos, desarrollan productos en base a los residuos de los océanos, incentivan el limpiado de playas o invierten en redes de lucha contra la contaminación y fomentan la economía circular.

ALIANZAS

Recientemente se lanzó una alianza global de casi 30 grandes compañías para avanzar en soluciones que reduzcan y eliminen los desechos plásticos en el medio ambiente, especialmente en los mares. Se trata de AEPW (Alliance to End Plastic Waste) que destinó más de mil millones de dólares para desarrollar una infraestructura para la gestión de residuos, innovación, educación, compromiso y limpieza de desechos plásticos. De esta alianza forman parte empresas con sede en el país como Dow, BASF, P&G, Shell, ExxonMobil y Henkel, entre otras.

“La industria química juega un papel importante en la innovación e implementación de procesos a gran escala para convertir los residuos plásticos en nuevos productos”, explica Martin Brudermüller, presidente de la junta de directores ejecutivos de BASF. La empresa está trabajando en nuevas tecnologías que promueven la recuperación y el reciclaje químico de plásticos.

Desde Dow en Argentina sostienen que “esta iniciativa alía compañías, gobiernos, ONG y consumidores para acelerar esfuerzos que conduzcan a la innovación, proporcionen los recursos y para tomar acciones decisivas que pongan fin a los desechos plásticos en el medio ambiente”.

Además esta empresa participa en otro fondo para incubar y financiar compañías e infraestructura que prevengan residuos en los océanos, desarrolla proyectos para la conversión de residuos en energía y realiza limpieza de residuos con empleados en playas y canales acuíferos.

Como estrategia, Henkel se propuso que para 2025, el 100% de sus envases serán reciclables, reutilizables o compostables y pretende utilizar un 35% de plástico reciclado para sus productos de bienes de consumo en Europa. En Argentina desarrollaran acciones como el reemplazo de empaques para adhesivos industriales y un proceso de tratamiento de residuos biosólidos por lombricultura. Para Hans Van Bylen, CEO de Henkel, integrar la alianza “refuerza el compromiso de promover una cadena de valor circular para los plásticos”.

PRODUCTOS

Además de promover acciones para aminorar el uso de plásticos en la producción y empaques, otras empresas comenzaron a utilizar plásticos reciclados para hacer bienes durables poniendo en práctica la economía circular, es decir utilizar materiales reciclados como materia prima. Así nacieron piedras para la construcción, anteojos de sol, suelas de zapatillas, tablas de surf y envases, todos con materiales recuperados de los océanos.

Recientemente la marca Head & Shoulders de P&G lanzó 600 mil botellas reciclables de shampoo fabricadas con plástico recolectado de playas. Para la producción, se necesitó al menos 22,000 kilos extraídos de las playas. Pese a la buena voluntad, este suministro es limitado y la infraestructura y la cadena para convertirlo en botellas a gran escala todavía no existe. “Este es el primer paso hacia una manera más sustentable de hacer negocios, inspirando a la industria a tomar acción, y a las personas a ser parte de la solución”, asevera Cecilia Bauzá, directora asociada de ciudadanía corporativa para América Latina de P&G.

“Buscamos crecer de manera responsable, hacer que nuestro negocio sea más resistente y sirva mejor a las necesidades de los consumidores en un mundo con recursos limitados”, dice Bauzá. La compañía cuenta con 90% de envases reciclables y para 2025 todas sus plataformas de empaque serán reciclables.

ACCIONES

Aun falta crear una industria para la recolección de plásticos para potenciar la economía circular, hoy las fuentes de sustento suelen ser los recuperadores urbanos y las limpiezas que se realizan en las playas en donde abunda material. Según el último censo de basura costera elaborado por Fundación Vida Silvestre, el 82% de los residuos recolectados en la costa de la Provincia fueron plásticos, entre los cuales había botellas, bolsas, tapitas y sorbetes.

Una de las empresas que realiza este tipo de acciones es cerveza Corona que lanzó una campaña para limpiar las playas, concientizar y generar un cambio de hábito en los consumidores. Hasta el momento juntaron más de 300 kg de plástico en clean ups realizados en: Pinamar, Mar del Plata y Quequén. El plástico recuperado tienen como destino el centro de reciclado de la Ciudad de Buenos Aires. “No solo buscamos limpiar las playas, sino también concientizar al público respecto de la contaminación marina y provocar cambios de hábito”, analiza Tomás Grazzini, Director de marca Corona.

A nivel gubernamental, el CEAMSE desarrolla programas de recolección de residuos flotantes en la cuenca de ACUMAR. Los residuos son extraídos de los cauces y márgenes, para su posterior disposición en un relleno sanitario. En esa línea, se lleva adelante un programa de Plantas Sociales de separación de residuos. Para potenciar estas políticas es importante la educación: “La concientización comunitaria comienza con la educación en todos los ciclos escolares donde se desarrollan las bases para el cuidado ambiental de los recursos naturales”, concluye Marcelo Rosso, gerente de nuevas tecnologías y control ambiental del CEAMSE.