La ex mandataria saludó durante algunos minutos a los partidarios que se acercaron al coqueto barrio porteño, como parte de la vigilia que muchos militantes se proponían a realizar hasta las primeras horas de mañana, cuando CFK se presente para declarar en la causa por la venta de dólar futuro durante el último tramo de su gobierno.
La ex jefa del Estado lucía el pelo suelto y estaba vestida con pantalones negros y una blusa blanca. Como ayer, debió virtualmente colgarse de las rejas del balcón francés del departamento de Uruguay y Juncal.Desde allí, alrededor de las 14.30, Cristina Fernández había partido hacia la casa de su hija Florencia, en el barrio de Constitución, donde se reunió con el ex ministro de la Corte, Raúl Zaffaroni, con quien podría haber analizado, según trascendido, un escrito que presentaría mañana ante Bonadío, como lo hizo su último ministro de Economía Axel Kicillof.
A la salida de la reunión, el ex magistrado dijo que los motivos de su encuentro con la ex presidenta habían sido «estrictamente profesionales». «Lo que tiene que decir la doctora, pregúntenselo a la doctora», indicó Zaffaroni, evitando responder a la pregunta de si sería su defensor en esta o en otras causas.
Ya por la tarde, de regreso a su domicilio, Cristina Fernández de Kirchner volvió a saludar a sus seguidores, que seguían apostados en la calle, y repitió esta ceremonia a últimas horas de esta noche.
