Según la prensa italiana, a pocas horas de la apertura del cónclave, dos cardenales, el italiano Angelo Scola, arzobispo de Milán, y el brasileño Odelio Scherer, arzobispo de San Pablo, son los mejores posicionados en la elección del sumo pontífice.
Sin embargo, la elección parece estar muy abierta, puesto que ninguno de los máximos candidatos acariciaría los 77 votos de los 115 necesarios para ser elegido sucesor de Joseph Ratzinger, mientras la mitad de los cardenales aún no se decidió a quién apoyar.
Aunque de cara al cónclave no existe una “campaña electoral”, en la elección del papa compiten dos bandos en abierta lucha por el poder durante el papado de Benedicto XVI, los “bertonianos” liderados por el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, y los “diplomáticos de su antecesor en ese cargo, Angelo Sodano.
Pero estos dos líderes, representantes de la curia romana, encontraron en las congregaciones un frente opositor en los llamados “pastoralistas”, un bloque capitaneado por estadounidenses, alemanes y brasileños, que buscan una renovación y “limpiar” la maquinaria vaticana tras los escándalos de corrupción, espionaje y abusos sexuales revelados el año pasado con el “Vatileaks”.
Scherer y Scola serían los candidatos de consenso impuestos por “bertonianos” y “diplomáticos”, y aceptados también por los “pastoralistas” , en su mayoría “extranjeros”, es decir, no italianos.
Pero si ninguno de los dos lograra despuntar en la primera votación, entrarían en juego otros candidatos como el franco canadiense Marc Ouellet, el húngaro, Peter Erdo, el austriaco Christoph Schönborn o los norteamericanos Timothy Dolan o Sean O’Malley. También suena en las quinielas el nombre del filipino Luis Antonio Tagle.
Todos los candidatos son considerados “conservadores”, aunque la elección de uno y otro, y por eso destacan Scola y Scherer, puede suponer una gran diferencia de cara a las pretensiones de los que buscan un papa con carisma, perfil pastoral pero con fuertes vínculos con la curia.
En las últimas horas se suceden contactos, reuniones e intercambios de opiniones entre los cardenales, mientras aún falta que se produzcan una veintena de intervenciones de la congregación. Hasta ahora se realizaron 133 y están previstas unas 150, según afirmó el vocero vaticano, Federico Lombardi.
El padre Lombardi aseguró ayer que no se puede prever cuánto durará el cónclave, aunque «una duración larga daría a entender que la votación está bloqueada».
Los analistas coinciden en que por la cantidad de congregaciones, que es donde realmente se llevan adelante las negociaciones, el cónclave será corto.
Pero en caso de prolongarse el escrutinio, si después de tres días no se alcanzó la mayoría, las leyes vaticanas establecen que habrá un día de pausa para la reflexión y oración, y habrá otros tres días con siete votaciones y así hasta el decimoprimer día, que se votaría entre los dos candidatos con más apoyo.
Fuente: Telam