
Es que desde hace muchísimos años, Valeria y su familia son de los primeros en llegar a la ciudad uruguaya y de los últimos en irse. Cuando promedia diciembre, el clan Mazza-Gravier pisa suelo charrúa para disfrutar de unas soñadas vacaciones. Para eso se instalan en Finca Valeria, la impresionante chacra que poseen en una exclusiva zona de La Barra. Allí gozan de su propio paraíso terrenal. Es que la bellísima casa construida en piedra, madera y vidrio les regala todo el confort que buscan. Rodeada de viñedos, la imponente chacra posee -entre otros lujos y comodidades- un lago propio.
Y allí se instalan para dar inicio a unas vacaciones que, entre sol, playa y eventos nocturnos, poco los deja descansar. «Este es nuestro paraíso. Aquí las vacaciones son perfectas, mágicas, parecen eternas», se había sincerado Mazza.
Esta vez, la familia en pleno llegó al conocido balneario Bikini Beach -playa elegida por muchos famosos argentinos- para pasar la tarde. Desplegaron algunos pareos sobre la arena y abrieron una sombrilla y un par de sillitas y se dispusieron a disfrutar de la tarde de domingo.
Valeria, madre precavida si las hay, sacó el protector solar y se los esparció por el cuerpo a cada uno de sus hijos.
Cuando los chicos se fueron a sortear las olas del balneario, que no es manso, y donde debido a la cantidad y calidad de las olas se toman clases de surf, la top model se dedicó al relax. Enfundada en bikini, dejó en claro que sigue siendo una número uno. Lució una figura privilegiada que no delató ni su edad ni el curso de cuatro embarazos.
Recostada boca abajo en el pareo, sacó un libro que tenía a medio empezar y apuró algunas páginas. Después contempló a sus hijos con ojos de madre orgullosa. Los más grandes, deportistas destacados en esquí alpino, le sacaron una sonrisa. Es que tanto Baltazar como Tiziano sobresalen en aquel difícil deporte que practican desde chicos. Y son Valeria y Alejandro quienes alentaron desde siempre la práctica de deporte en sus hijos. «Se ponen objetivos, se entrenan y se esfuerzan constantemente por superarse», dijo Valeria recientemente a Gente. «Y tanto Alejandro como yo valoramos muchísimo la parte formativa del deporte. Nos parece que los educa, los hace disciplinados y tremendamente responsables. A su vez, les enseña a superar frustraciones, porque por lo general son muchas más las veces que perdés que las que ganás. Es parte del juego», culminó.