
Alertados a los técnicos, finalmente se confirmó un macabro hallazgo. En el hueco del ascensor se encontraba el cadáver en descomposición de un hombre que se presupone cayó y murió por el impacto, quedando oculto, tendido boca arriba.
Resta ser confirmado oficialmente, pero se trataría de Walter Ignacio Guillen, un ciudadano de nacionalidad uruguayo de 66 años, que ingresó el 29 de marzo para ser intervenido quirúrgicamente y en la madruga del 30, se fue de su habitación.
Guillen habría caído al vacío el mismo día que desapareció, ya que no funcionan correctamente los ascensores: abren sus puertas al vacío.
El director del Hospital, Fernando Jiménez, declaró que no se explica porqué el ascensor abre no estando en piso. Es por eso que se especula que pasó alguna anomalía por la cual abrió la puerta al vacío y cayó Guillen.
Los dos ascensores son nuevos, se indicó, fueron instalados hace un año aproximadamente y “funcionaban bien”. Es por eso que la empresa contratista comenzará a realizar las pericias correspondientes.
Por su parte, desde el Hospital se hará un sumario administrativo para determinar qué paso, y por otro lado paralelamente está la causa judicial.
Día trágico
Guillen se internó el miércoles 29 de marzo a la tarde. Ese mismo día es operado de absceso en el ano, y al salir del quirófano lo trasladan al 1º piso, donde quedó internado hasta la 1 de la mañana del día siguiente, cuando se percató su ausencia.
Entre los antecedentes del paciente se mencionó que estuvo internado en el ex Hospital Roballos por problemas psiquiátricos y no cuenta con familiares en la ciudad. Lo acompaña sólo una mujer, quien fue la que hizo la denuncia ante su desaparición.
Justamente se pudo conocer que cuando en la madrugada de ese 30 de marzo despertó de la anestesia se encontró sólo, no estaba la mujer que lo acompañaba y le comentó con su compañero de habitación que quería irse. Fue en ese momento que se puso nervioso, comenzó a fumar, se sacó el suero, se levantó y se fue. Desde ese momento no se supo más su paradero.
Otro dato llamativo es que la ausencia de Guillen fue percatada inmediatamente por el personal de enfermería, ese 30 de marzo a la madrugada, realizándose la denuncia pertinente en el destacamento policial que se encuentra en el centro asistencial. No se sabe si hubo eco para realizar una búsqueda en ese momento, allí mismo, o porqué recién una semana después se percataron que pudo haber caído en el hueco del ascensor.