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Acusado por la cocina de droga quedó a un paso del juicio oral

La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná confirmó el procesamiento de Claudio Pascual Luna, en el caso de la cocina de cocaína que se descubrió en un campo del Acceso Norte de Paraná en agosto de 2011. Por el hecho ya fueron condenados José Roberto Sterz, el empresario Vicente Bioletti y el casero Ramón Palavecino; mientras que Luna no fue juzgado porque se mantuvo prófugo durante casi dos años.
El hombre está detenido en la cárcel de Paraná, acusado como coautor de los delitos de fabricación de estupefacientes, tenencia de droga con fines de comercialización (agravado por la intervención de tres o más personas) y falsificación de documento y esta resolución del tribunal lo deja a un paso del juicio oral.
Luna, detenido el 15 de mayo pasado en Rosario, está sindicado como lugarteniente de Sterz en el tráfico de estupefacientes y fue imputado desde el inicio de las investigaciones, ya que estuvo en el campo la noche anterior al allanamiento. De hecho, sus huellas dactilares se encontraron en la tapera donde estaba instalada la cocina de droga y en la que se hallaron 26,7 kilos de clorhidrato de cocaína, 3,5 kilos de pasta base, 134 kilos de material de corte, precursores químicos y otros elementos.
El hombre negó cualquier tipo de intervención en los hechos y aseguró que no existen elementos objetivos para sostener su procesamiento. Sin embargo, el tribunal integrado por Cintia Gómez, Mateo Busaniche y Daniel Alonso consideró que “las constancias obrantes en la causa permiten afirmar lo contrario”.
Los jueces dieron por probada la presencia de Luna en la quinta de Bioletti, con Sterz y Palavecino, la noche anterior al procedimiento, a partir de la declaración del propio casero durante el juicio, donde dijo que los tres estuvieron “comiendo un asado” e inclusive destacó que primero se fue Luna, aunque debía regresar, y como no lo hizo, Sterz debió llamar a un remís para que lo recogiera. “Luna debía regresar a buscar a Sterz, lo que no pudo efectivizar porque fue interceptado por personal policial y secuestrado su teléfono celular”, consignó el tribunal en su resolución fechada el 25 de septiembre pasado y a la que tuvo acceso EL DIARIO.
Asado y fuga. Luna está sindicado como lugarteniente de Sterz en la organización dedicada al tráfico de estupefacientes. La fiscal ad-hoc, María Elena Nerone, reconoció sus dudas respecto de si le cabe a Luna el calificativo de “narco”, pero consideró que sí se ha logrado establecer el rol que ocupaba en la banda que producía cocaína en el campo de la zona del Acceso Norte.
El 8 de agosto de 2011, tras la caída de una avioneta en el campo de Bioletti, la Policía montó un operativo de vigilancia a partir de las sospechas que les generó una construcción precaria y un pozo ciego lindero, en cuyo interior había botellas y bidones de acetona en bolsas de consorcio color negro, sujetos con cinta de embalar.
A las 20.30 un policía oculto y muñido de un equipo de visión nocturna observó el ingreso al predio, a través de la tranquera, de un automóvil Peugeot 206, del que bajó un hombre que se acercó a la churrasquera, caminó por un sendero hacia la tapera y recién volvió a salir alrededor de las 21.35, cuando subió al vehículo y se marchó por calle Walter Grand en dirección hacia el Acceso Norte. Sin embargo, a los pocos metros recibió la voz de alto e intentó darse a la fuga, pero fue detenido antes de llegar al asfalto y el conductor quedó demorado por unas horas. Ese hombre era Luna.
El hombre estuvo unas horas en la Dirección de Toxicología de la Policía y luego en la Comisaría 5ª, hasta que finalmente fue liberado, en horas de la madrugada, antes del allanamiento del campo. Unas horas más tarde, en un rastrillaje por el camino de broza, los policías encontraron los paquetes con cocaína que había arrojado en su fuga, pero cuando fueron a buscarlo para detenerlo, ya no estaba.