En el sector de los combustibles indican que la diferencia entre el precio de paridad de importación -el de referencia- y el valor local está atrasada entre un 7% y un 20%, según distintas empresas del mercado.
El supuesto «rezago» en los precios se debe al incremento que tuvieron en los últimos meses el dólar, con una devaluación del 18% en el año, y el precio internacional del crudo, que acumula un aumento del 48% en pesos, según señalan en empresas del sector.
En el mismo período, las empresas aplicaron un alza del 13% en el precio de los combustibles, guiadas por YPF, que es la líder del mercado con el 56% de las ventas totales de nafta y el 50% de las de gasoil. Sus decisiones de precios son replicadas por las otras petroleras para no perder porción del mercado.
La diferencia entre lo que querían aumentar las empresas y lo que terminaron haciendo se vio explícita en tres empresas. Las estaciones de Shell, administradas por Raízen, habían anunciado un alza del 9,5% en abril y luego tuvieron que bajar sus precios 4,5%, para quedar en línea con el resto del mercado. A comienzos de este mes sucedió lo mismo con Axion y Puma Energy, que aumentaron 6% en promedio cada una y luego bajaron 1,5%.
«Si no se supera el atraso, podría haber problemas de inversiones», explicó una petrolera, que advierte que falta todavía aumentar 12%, con un valor del Brent a US$72 el barril y el tipo de cambio en $44,5 por dólar.
Alza de impuestos
A partir del mes próximo también habrá un nuevo aumento en los impuestos a los combustibles (ITC) y al dióxido de carbono. Ambos son un monto fijo que se actualiza de forma trimestral sobre la base del promedio de inflación de los tres meses previos. En este caso, en el sector señalan que el próximo ajuste debería ser un aumento del 11,8%, que surge del incremento de la variación del índice de precios al consumidor entre enero y marzo. Sin embargo, el Gobierno tiene la facultad de reducir el ITC hasta en un 10%.
La última actualización del impuesto fue del 11,5% en marzo, pero el incremento se desdobló en dos etapas, aplicándose la mitad de la suba en marzo y la otra a mediados de abril. El aumento fue de $0,49 por litro en cada mes.
«Del costo del litro de nafta, entre el 40% y el 45% son impuestos, un 10% es el margen del estacionero y de comercialización, y el resto es el costo del combustible. El Gobierno debería bajar el impuesto para generarle un alivio al sector», pidió una de las empresas, según publica el diario La Nación.