El viernes 30 de septiembre, un grupo de docentes puso en manos de la supervisora de Educación Secundaria de la Dirección Departamental de Educación Paraná de Educación, Lelys de los Santos, un texto incendiario: con nombres y apellido, situaciones y fechas, denunciaban una serie de situaciones de acoso de la que habían sido víctimas profesoras de la Escuela Secundaria Nº 48 Domingo Faustino Sarmiento de parte del rector, Luis Soto.
La denuncia abundaba en más irregularidades, a saber: la “formación irregular” de la cooperadora escolar, por cuanto carecería “de todas las formalidades que garantizan su constitución, quedando a cargo del señor Mario Bugliolo, padre de alumnos de la institución desde el 2011, amigo privado del rector y constante presencia en el SUM (salón de usos múltiples) cuando explotaba el kiosco en épocas de larga licencia de la fuerza policial (2015)”.
Además, añaden, Soto exime de la obligación de registrar asistencia a un grupo de empleados muy próximos a él. Y que “arregla” en forma personal en su despacho, a puertas cerradas, las situaciones que involucre a algún alumno, ya sea por mal comportamiento o consumo de sustancias, dicen los profesores en su denuncia. En ocasiones, además, le pide a los docentes que “modifiquen” alguna calificación.
La presentación de los docentes también da cuenta de la entrega en forma caprichosa de las computadoras del plan Conectar Igualdad “a personas no alcanzadas” por ese programa.
La denuncia derivó en una intervención directa del Consejo General de Educación (CGE), que ordenó una investigación sumaria, y la separación del cargo de rector de Soto. Aunque a decir verdad, Soto está ahora en uso de licencia: por 30 días, según explicaron a EL DIARIO en Educación.
Rechazo. El lunes hubo un concurso para nombrar un rector interino que supla el cargo de Soto, mientras dura su separación del cargo. Se presentaron cinco aspirantes y el cargo de rector, de modo interino, se lo adjudicaron a la profesora Nilda Bernachea, docente de Tecnología en segundo año, y de Biología en quinto año. Bernachea es, además, esposa de Soto.
Cuando los docentes se enteraron, los ganó el malestar. Aunque la situación más ríspida se dio con los padres y con los alumnos. Ninguno de los dos turnos tuvieron clases este jueves: los chicos se manifestaron en el frente del edificio de la Escuela Secundaria Domingo Sarmiento, en Corrientes al 300, y protagonizaron cortes intermitentes del tránsito. Fue el modo que eligieron para reclamar la separación del cargo de la actual rectora.
María Elena Altman, mamá de dos alumnos, dijo que hoy tampoco los chicos ingresarán a clase, aunque esperan reunirse, alrededor de las 7.30, con autoridades del Consejo de Educación. “Acá sabíamos de los hechos de acoso del rector Soto. Pero en la última semana nos empezamos a enterar de muchos más casos y de irregularidades. Y lo peor fue que quien resulta que gana el concurso es la esposa de Soto, que ocupa ahora el lugar del marido como rectora. ¿Ella va a colaborar para que se investiguen todas las denuncias? Los docentes no confían, y los alumnos, tampoco”, dijo.
En realidad, Bernachea había pedido una licencia por 30 días no bien su esposo fue separado del cargo. Pero a los cinco días levantó su inactividad, se presentó al concurso y volvió a la escuela. ¿Se curó de golpe?”, se preguntó la mamá.
Explicaciones. En aquella presentación de los docentes, se cuentan hechos gravísimos ocurridos en la escuela y que tuvieron como protagonista a Soto.
Soto tiene en su foja de servicios bastantes escándalos.
A mediados de marzo de 2005, cuando cumplía funciones de rector en la Escuela Secundaria Del Centenario, fue obligado a renunciar por una protesta que protagonizaron alumnos y padres en la calle. En mayo de 2010 el nombre de Soto volvió a verse envuelto en otra situación de conflicto. Esa vez, Educación dispuso separar de su cargo a la rectora de la Escuela Normal Osvaldo Magnasco, de Victoria, Mariela Ramos, a quien se le reprochó impedir la reinscripción de alumnos repitentes. La investigación salpicó al supervisor Soto, que también fue separado.
Ahora está separado del cargo de rector de la Escuela Sarmiento, y su lugar lo ocupa su esposa. La directora departamental de Educación de Paraná, Stella Maris Salas, no encuentra razones para separarla también a la rectora interina porque, argumenta, accedió al cargo amparada por la legislación.
“Ella tomó el cargo como corresponde, después de presentarse al concurso. Rindió, tenía buenos antecedentes, es docente de la casa, tiene el mayor puntaje, y pasa de ser rectora de una escuela de tercera categoría (Mariano Moreno) a otra de primera categoría (Sarmiento). Legalmente, ella tomó el cargo y le corresponde. Lo otro, la impugnación que hicieron algunos profesores, irá al Jurado de Concursos, para que dé opinión”, dijo la funcionaria.
Salas dijo que entiende el reclamo, pero que no se puede volver atrás. “Le corresponde tomar el cargo. Además, tiene un legajo impecable. Desde el punto de vista legal, no hay nada para reprocharle. De todos modos, mañana (por este viernes) nos vamos a reunir con los padres y los alumnos para encontrar una solución”, indicó. Soto, en tanto, explicó Salas, está de licencia por 30 días. Pero si la investigación se cierra, y debe volver al cargo, puede retomar la rectoría, porque su esposa ahora está como interina.