En una recorrida por la costanera de la capital provincial, se pudo observar la gran cantidad de elementos que quedan al descubierto durante estos días con la bajante del río. Si bien hay alguna esperanza de que en los próximos días el nivel pueda tener un mínimo ascenso por la liberación de agua desde Brasil, no se descarta que el nivel bajo se mantenga durante algunas jornadas más.
Cabe señalar que esta semana nuestro país logró que Brasil libere 350 metros cúbicos por segundo de agua de sus represas que permitirán de alguna manera atenuar la bajante histórica en el Paraná.
Importantes bancos de arena con neumáticos enterrados, botellas, partes de electrodomésticos como una heladera, es lo que se puede ver en varios lugares de la costa durante estos días.
El secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad de Paraná, Emanuel Redondo, indicó a El Diario sobre las tareas que vienen realizando en la zona costera de Paraná. «La idea es trabajar donde desemboca el arroyo Las Viejas en cercanías al balneario Thompson, porque vimos muchos residuos y alguna maleza que empezó a crecer. Se va a estar trabajando toda la zona del balneario en la limpieza», señaló el funcionario municipal.
Es importante resaltar que es este el momento que recomiendan los especialistas ambientales para realizar la limpieza de malezas ya que el río se encuentra bajo y permite el ingreso de las maquinarias.
En cuanto a las intervenciones que ya se realizaron sobre el arroyo Las Viejas resaltó que «a este trabajo lo veníamos analizando con algunas empresas privadas que querían colaborar con la limpieza y la idea era hacer un trabajo en conjunto entre el sector privado y público, pero después con la cuarentena debimos suspender esa idea. Ahora con la bajante del río decidimos empezar nosotros con la limpieza de estos piletones que son decantadores de todo lo que arrastra el arroyo», explicó Redondo y agregó que «desde que asumimos vimos que el impedimento pasaba por arriba de una especie de compuertas que tiene el lugar y no cumplía la función que realmente debe cumplir».
En la recorrida, algunos vecinos que viven en cercanías al río expresaron a EL DIARIO su descontento por la falta de compromiso que hay fundamentalmente con gran parte de la sociedad que continúa arrojando residuos que van a desembocar directamente en el Paraná.
Por otra parte los vecinos resaltan que es un buen momento para sacar estos elementos del río y dejar limpia toda la vera del río sobre la costanera que también en varios lugares acumula muchos camalotes.
Otro de los inconvenientes además de la contaminación que producen los residuos que están a la vista, es el movimiento que se da en el suelo. Estos movimientos tienen epicentro en la zona de las playas del Thompson y en Puerto Sánchez, donde el río cuando está crecido pega muy fuerte y ahora que está muy bajo deja toda un área al descubierto y aparecen muchas vertientes, que producen desniveles y rajaduras en la tierra.
Días atrás se realizaron diferentes trabajos por parte de la municipalidad para garantizar que las bombas que extraen el agua para la ciudad sigan funcionando con normalidad, recibiendo el caudal necesario. Puntualmente en la bomba del Muelle lo que se hizo fue ensanchar el canal cuya longitud es de 100 metros, con un ancho de 7 metros y una profundidad de 2 metros.
Si bien se continúa analizando permanentemente por parte del personal municipal el estado del río en este lugar, los trabajos que se realizaron durante estos días permiten el acceso del agua al muelle en donde se encuentran las bombas.
La otra orilla
La situación que atraviesa el río Uruguay es muy similar a la del Paraná, pero a diferencia del río Paraná, en el Uruguay tiende a no notarse rápidamente cuando hay alguna bajante en el río, porque no tiene barrancas y tiene muchos lagos que le permiten tener muchas reservas. Pero además de estos detalles tiene la represa de Salto Grande que le permite administrar el caudal según la necesidad de la represa para poder operar, conteniendo miles de metros cúbicos aguas arriba.
El Diario.