Noticias - Toda la Provincia a Toda Hora

Bajo una lluvia intensa, Chávez pidió «una avalancha de votos».

 

 

 

 

 

El agua no perdonó a nadie. Absolutamente empapado por la tormenta que se abatía sobre Caracas, el candidato socialista, Hugo Chávez, aseguró que el próximo domingo «una avalancha de votos» va a reafirmar la continuidad de la revolución bolivariana. «Que no quede ni un voto afuera», pidió y recomendó, a ese millón de almas que colmaron las siete avenidas de la capital venezolana, que vayan a votar «temprano, para que al mediodía la victoria sea incuestionable», y prometió darle «una paliza a la burguesía».

Chávez, parado solo en una tarima, hizo un corto discurso por la implacable lluvia, pero ello no evitó que pudiera dialogar con sus seguidores. Reconoce errores en su gestión: «¿Quién no los comete? Pero estuve a punto de morir por serle fiel al pueblo. Y voy a seguir siéndolo», aseguró. Y las avenidas colmadas se transforman en un solo grito de respaldo. Luego les preguntó: «¿Quién es el candidato del odio? ¿Quién es el candidato de los ricachones?, ¿Quién es el candidato del ‘paquetazo’ (programa económico liberal del candidato opositor)?, ¿Quién es el candidato de los corruptos?» A cada pregunta la multitud gritaba: «El majunche», como Chávez rebautizó a la oposición y particularmente al candidato derechista Henrique Capriles.

No fue «un palo de agua», como le dicen los venezolanos a las fuertes tormentas, más bien parecían dos. Durante toda la mañana, las nubes amenazaron desde las montañas que rodean la capital venezolana. Cuando eran poco más de las dos de la tarde, las 15:30 en la Argentina, una cortina de agua bajó de esos cerros sorprendiendo a los que colmaron las avenidas, pero pocos se movieron.

 

Fuente: Infowebs.