«Las últimas noticias periodísticas reavivan nuestra profunda vergüenza e inmenso dolor por faltas gravísimas cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo, con su ejemplo y enseñanza», indicaba el comunicado dado a conocer en Paraná y al que adhirió en las últimas horas el arzobispado porteño.
La referencia es para el caso de José Ilaraz, un sacerdote acusado de abuso de menores y que actualmente es investigado por la Justicia de Entre Ríos.
Los episodios vinculados a Ilaraz, que datan del lapso transcurrido entre 1984 y 1992, fueron revelados por una investigación periodística, tras la cual el procurador general del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Jorge García, abrió una causa judicial de oficio para investigar la acusación.
En el escrito, las autoridades eclesiásticas aclararon que «cuando por primera vez se conocieron los hechos se realizaron todas las medidas tendientes al esclarecimiento de la verdad, siempre preservando el derecho a la intimidad y el debido proceso».
Asimismo, indicaron que «siguiendo las directivas emanadas desde la Santa Sede, en especial de su santidad Benedicto XVI, se solicitó desde hace tiempo el levantamiento de la prescripción a fin de la aplicación de las sanciones correspondientes».
Por último, aclaró que el sacerdote fue apartado del ejercicio de su ministerio «hasta que la Santa Sede resuelva su situación».