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Bergoglio también habría sido espiado por Estados Unidos

El semanario Panorama, citado por la agencia de noticias EFE, menciona como fuente documentos que manejaría el ex técnico informático de la CIA Edward Snowden, que revelan que entre las 46 millones de conversaciones telefónicas que se dice que la NSA interceptó en Italia, muchas de ellas se localizaban en El Vaticano.
Panorama, que saldrá a la venta el próximo viernes, menciona un período desde el 10 de diciembre de 2012 hasta el 8 de enero de 2013, pero añade que el espionaje continuó tras conocerse el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI y durante todo el cónclave para elegir a su sucesor.
Entre las conversaciones escuchadas estaban las que se producían en la Domus Internationalis Paolo VI de Roma, la residencia donde se alojó el entonces arzobispo de Buenos Aires antes de que se iniciara el cónclave que lo eligió Papa el 13 de marzo de 2013.
La publicación recuerda, asimismo, que el nombre del ahora Papa Francisco ya había surgido en los documentos filtrados por el portal WikiLeaks de Julian Assange.
WikiLeaks revelaba despachos de los servicios secretos estadounidenses en los que se hablaba de Bergoglio como uno de los papables en el cónclave de 2005, así como otros documentos fechados en 2007 que relataban su relación con el gobierno argentino.
VATICANO. Entre otros espiados se encontraría el presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, el alemán Ernst von Freyberg, que fue nombrado en febrero de 2013 por Benedicto XVI tras los escándalos que salpicaron a su predecesor.
La publicación explica que las llamadas captadas en El Vaticano se archivaban bajo cuatro clasificaciones: “Intenciones de liderazgo”, “Amenazas al sistema financiero”, “Objetivos de política exterior” y “Derechos Humanos”.
Al ser consultado sobre esta información, el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, afirmó que no tiene información sobre este asunto y añadió que no tienen “ninguna preocupación al respecto”.

España expondrá su queja ante Washington por las escuchas
El jefe de Inteligencia español, Félix Sanz Roldán, dará explicaciones a una comisión parlamentaria sobre el espionaje de Washington en el país, agudizando la crisis que desataron las revelaciones del topo estadounidense Edward Snowden.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, hizo ayer el anuncio, un día después de que el diario Wall Street Journal publicó, citando fuentes oficiales estadounidenses, que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que dirige Sanz Roldán y los servicios franceses espiaron para la (NSA) de EE UU.
Sanz Roldán se mostró dispuesto a acudir a la comisión de Asuntos Secretos Oficiales del parlamento.
“La ley en España es explícita y dice que el CNI no puede hablar de sus métodos, procedimientos ni relaciones con terceros. Todos tenemos que cumplir la ley”, remarcó ayer ante la prensa.
Tras la publicación del periódico estadounidense, el director de la NSA, el general Keith Alexander, reconoció que los servicios de inteligencia europeos colaboraron con ese organismo de espionaje en zonas de conflicto y fuera de sus fronteras.
Dicha posición es muy diferente a las revelaciones del ex agente Snowden, quien describió con lujo de detalles cómo espiaba Estados Unidos las comunicaciones telefónicas y cibernéticas de líderes extranjeros en gran parte de los países del mundo, incluido sus aliados.
El general Alexander negó la veracidad de los documentos de Snowden, en los que se basan las denuncias del diario francés Le Monde y el español El Mundo sobre el rastreo de decenas millones de comunicaciones, SMS y correos electrónicos tanto en Francia y España.
“Para ser perfectamente claro: ésta no es información sobre ciudadanos europeos”, aseguró el director de la NSA. “Se trata de información que nosotros y nuestros aliados de la OTAN hemos obtenido conjuntamente para la protección de nuestros países y en apoyo de nuestras operaciones militares”,
Al negar el espionaje directo e involucrar a sus aliados, EE UU pasó a la ofensiva y puso en entredicho el papel de los servicios secretos de los propios países europeos, arrojando dudas sobre quién realizó el espionaje.
En ese marco, Rajoy anunció en el Congreso la comparecencia del director del CNI, que se producirá a puertas cerradas, a diferencia de EE UU, donde la presentación del general Alexander ante el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes fue pública.
Rajoy sostuvo que “toma muy en serio” las informaciones periodísticas sobre las actividades de la NSA en España y explicó que por ese motivo convocó al embajador estadounidense en Madrid, James Costos, para solicitar explicaciones.
Además, remarcó que si se prueba que las informaciones son ciertas, se trataría de “actos inapropiados e inaceptables entre socios y amigos”, como había señalado su gobierno.
No obstante, Rajoy reiteró la necesidad de contar con todos los datos antes de adoptar cualquier decisión que afecte las relaciones con Washington, luego de que la oposición tachó de “tibia”, “blanda” e “insuficiente” la respuesta de su gobierno ante el espionaje.
El principal líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió en que es necesario “clarificar lo que está pasando, preguntar a EE UU y pedir responsabilidades”.
“Si se han hecho cosas que afectan a nuestro gobierno y nuestras instituciones hay deslealtad”, advirtió.