Sin embargo, de acuerdo a la información provista por el Órgano Electoral Plurinacional, con el 10% escrutado, el referéndum era encabezado por la negativa hacia la nueva reelección, con el 67%. El voto afirmativo logra un 33%, siendo más amplia la diferencia con respecto a los datos provistos por boca de urna y sondeos de encuestadoras.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, sostuvo en una rueda de prensa en La Paz que los resultados preliminares de las firmas Ipsos y Mori muestran que el país está «ante un clarísimo empate técnico electoral» que constata que «la mitad del pueblo boliviano ha optado por que se modifique la Constitución».
Los primeros sondeos realizados por las citadas empresas y difundidos por los medios bolivianos otorgan al No entre un 51 y un 52,3 % y al Sí entre un 47,7 y un 49 %, lo que fue celebrado por las fuerzas de oposición.
García Linera tildó de «forzado» y «prematuro» el festejo por el triunfo del rechazo a la reforma constitucional para permitir la nueva postulación de Morales en las elecciones de 2019, a las que él también concurriría como candidato a vicepresidente.
Añadió que «lo mejor y lo más sano» es esperar a los resultados oficiales, en los que auguró que las cifras se modificarán «de una manera drástica».
Justificó su afirmación al asegurar que las encuestadoras «se acercan a la verdad», pero «fallan con dos o tres puntos» porque no tienen en cuenta en sus sondeos el voto en el exterior, ni el de los barrios y comunidades alejadas, donde el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) «siempre tiene mayor puntuación».
«Es prematura esta celebración forzada de funcionarios públicos de algunas gobernaciones y municipios, han salido a algunas plazas y es altamente probable que su celebración forzada de aquí a algunas horas o unos días se convierta en un llanto generalizado», insistió.
Más de 6,5 millones de bolivianos estaban llamados a votar en el referendo, en el que se consultó sobre una reforma constitucional para ampliar de dos a tres los mandatos presidenciales consecutivos permitidos, lo que posibilitaría que Morales y García Linera pudieran volver a ser candidatos en 2019.
Si finalmente gana el Sí, ambos gobernantes podrán aspirar en esas elecciones a un cuarto mandato hasta 2025, cuando Bolivia celebrará el bicentenario de su independencia.
Consultado sobre los resultados que muestran un margen estrecho entre ambas opciones pese a la aspiración de Morales de ganar en la consulta con el 70 % de la votación, García Linera dijo que «los referendos se ganan por un voto y eso es lo que cuenta».
«Uno puede tener intenciones de ganar con el cien por ciento, es político y siempre aspira muy alto, pero lo que cuenta son los números y en un referéndum un voto hace la diferencia», añadió.