En la Ciudad de Buenos Aires, la zona con mayor número de infectados del país, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el vicejefe Diego Santilli se reunirán este martes con expertos en salud para determinar cómo continuará el confinamiento en el territorio porteño. Además del preocupante aumento de casos registrados en las últimas jornadas, se pondrá bajo la lupa el comportamiento social luego del primer fin de semana en el que se permitió las salidas recreativas para niños.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó este lunes nueve muertes y 303 nuevos casos positivos de COVID-19. De las víctimas fatales, cinco corresponden a residentes de la Ciudad, al igual que 169 de los nuevos infectados.
Este martes se cumple la primera semana de la puesta en marcha de la reapertura de comercios de proximidad y de la flexibilización de determinados rubros. En este marco, Larreta y Santilli se reunirán con las autoridades sanitarias para hacer la evaluación de la situación epidemiológica y analizar nuevas medidas. La decisión de cómo continuar la cuarentena se tomará en base a cuatro factores de análisis: evolución de la curva de contagios de COVID-19 en la Ciudad, la movilidad de las personas en el transporte público, la habilitación de una veintena de rubros de comercios barriales, y el comportamiento social de este fin de semana en el que se autorizó por primera vez los paseos de esparcimiento para niños, y el servicio de mudanzas.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, anticipó que se barajan varias posibilidades. Por lo pronto, esta mañana encabezará una conferencia de prensa para presentar el reporte sobre el avance del virus que el gobierno porteño suele difundir dos veces por semana.
Rodríguez Larreta fue criticado por intendentes kirchneristas del conurbano que lo señalaron como el responsable del aumento de casos en sus distritos por flexibilizar actividades y rubros en la Ciudad. “Ayer (por el domingo) tuvimos siete casos nuevos de vecinos contagiados, de los cuales seis trabajan en CABA; veníamos con una tasa de duplicación de casos por arriba de los 21 días, y en los últimos dos o tres bajamos a 18, 19 días”, informaron fuentes municipales a Noticias Argentinas, quienes agregaron que “el impacto (de la flexibilización” se va a ver estadísticamente en una semana o 10 días».
Por su parte, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, al referirse a la reapertura de actividades en la Capital sostuvo que “una idea mal ejecutada puede generar una catástrofe”. “Si yo llego a tomar una decisión que sale mal, cuando nos demos cuenta ya va a ser muy tarde”, profundizó el mandatario bonaerense quien alertó que el resultado de los permisos que se otorgaron en la Ciudad recién se verán en dos semanas. Si bien en provincia también se habilitó el retorno de varios rubros, Kicillof se diferenció de Larreta: “Nosotros no dimos un paso hacia adelante con las salidas (para niños)».
Aseguró que tiene buena relación con el jefe de Gobierno porteño, pero aclaró que “si hay un lugar con muchos casos de coronavirus, como es la Capital Federal”, su administración va a intentar que las personas de ahí no se trasladen “a uno que tiene menos” infectados. Y se mostró en contra de que los bonaerenses tengan que salir a trabajar “por una decisión que tomaron desde la Ciudad”.
“Si ellos abren los comercios y nosotros no, corremos el riesgo que la gente que vive en el primer cordón del conurbano, cruce para comprar allá. Si vos tenés a un vecino en tu edificio que está contagiado, lo que vas a intentar hacer es no visitarlo”, justificó Kicillof.
Tras los cuestionamientos del gobernador y de los intendentes, y luego de la reunión de hoy con autoridades sanitarias, el Gobierno porteño definirá cómo continuar el “jueves o viernes”. “Estaremos haciendo una evaluación de esta etapa de la cuarentena para ver los próximos pasos”, expresaron desde el entorno de Larreta. Finalizando esta semana, tendrán los datos respecto de los efectos que la apertura pudo haber generado en la curva de contagios.
Sobre la posibilidad de dar marcha atrás con la flexibilización de la cuarentena, manifestaron: “Hay dos indicadores. Por un lado, el cumplimiento de toda la sociedad en el distanciamiento social y la cuarentena. Por otro, el crecimiento sustancial de la curva de los contagios. En base a eso, vamos a tomar la decisión”. “Nosotros estamos enfocados en reducir el impacto de la pandemia”, resaltaron desde el Ejecutivo porteño.
En tanto, el ministro de Salud de la Ciudad, Quirós, sostuvo en declaraciones radiales que “por delante todavía tenemos la curva de casos, y sabemos que le tenemos que pedir a la ciudadanía un nuevo esfuerzo de redoblar la cuarentena”. En ese sentido, resaltó: “Nos pareció absolutamente apropiado tomar decisiones de bajísimo riesgo de modificación de la curva, pero que tenga que ver con darle un respiro a la ciudadanía antes de pedirle un nuevo esfuerzo”.
Varios municipios bonaerenses y del interior del país dieron marcha atrás con la flexibilización
A la espera de la decisión del Gobierno Nacional de cómo avanzar hacia una nueva fase de la cuarentena, localidades de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut y Córdoba Capital decidieron dar marcha atrás con salidas recreativas y permisos otorgados días atrás, luego de evaluar el avance de la pandemia y el comportamiento social ante las flexibilizaciones.
En Buenos Aires, las localidades de Castelli, Chascomús y Baradero anunciaron la decisión este lunes. Luego de que se conocieran nuevos casos de COVID-19 en Chascomús, su intendente Javier Gastón, consideró que “este es el momento” de “volver atrás” con respecto a las medidas de aperturas y “las caminatas saludables” que se habían permitido. El aumento de infectados en dicho municipio, provocó que Francisco Echarren, jefe comunal de la localidad vecina de Castelli, tome la misma decisión. Si bien allí no se registraron hasta el momento casos de coronavirus, Echarren decidió sacar las salidas recreativas y actividades del sector profesional.
“Vamos a cuidar a la ciudad”, expresó el intendente a través de sus redes sociales y explicó que se tomó esa decisión ya que “muchos vecinos no respetaron las normas”. Por su parte, Baradero retrocedió en las flexibilizaciones luego de que la semana pasada se confirmaran los primeros tres casos positivos del distrito.
En tanto, en Jacobacci (Río Negro) y Gastre (Chubut) volvieron a la fase 1 de la cuarentena a raíz de que se confirmaran dos casos en la primera de las localidades, y que haya corrido el rumor de que uno de esos infectados haya pasado por el pueblo chubutense.
Mientras que en Córdoba Capital, con 55 nuevos casos, se suspendió la reapertura de comercios, peluquerías, credos y mudanzas desde hoy, ya que hay “circulación comunitaria”, explicó el intendente Martín Llaryola. Por el momento seguirán en funcionamiento actividades esenciales e industrias.