La Argentina le ofreció al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, impulsar la presencia en Siria de los cancilleres de los quince países que integran el Consejo de Seguridad para intentar una gestión humanitaria de cese del fuego en la región, en un gesto destinado a privilegiar el rol del organismo en el conflicto, y evitar la intervención militar anunciada por los Estados Unidos. El gesto tuvo lugar ayer, durante un encuentro bilateral que la presidenta Cristina Fernández mantuvo con Ban, en el marco del último día de la Cumbre del G-20, cuyos miembros se expresaron mayoritariamente en rechazo a un ataque militar.
Como lo hizo en la primera jornada de deliberaciones, la presidenta informó personalmente a los periodistas argentinos enviados a San Petersburgo –entre ellos, Tiempo Argentino– sobre el intercambio que mantuvieron los jefes de Estado de las 20 economías más importantes del mundo, no sólo en relación a la agenda económica financiera que convocó al foro (ver página 6), sino también a la coyuntura geopolítica que, como era de esperar, terminó ocupando el centro de atención.
