«En 2003 no había consumo porque las fábricas estaban cerradas»
El funcionario participa de la 59a Conferencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), donde no sólo ofreció un discurso este lunes, sino que aprovecha para mantener reuniones bilaterales con países interesados en el modelo de investigación y desarrollo nuclear argentino o aquellos con los que el Gobierno lleva adelante negociaciones concretas.
Puntualmente, el congreso le sirve para ultimar las negociaciones con China para concretar la construcción en el país de la cuarta central atómica, con un financiamiento de Beijing que rondará el 70% de la obra y una quinta central con un empréstito con 50% de aporte mandarín.
«Llevamos adelante una política nuclear soberana y autónoma, con financiamiento externo», resumió De Vido, previo a lo que será la última reunión en Viena con funcionarios chinos. La idea del Gobierno es cerrar el acuerdo en el último trimestre, antes del cambio de gestión.
«La cuarta central tendrá un costo de US$ 5.800 millones y la quinta de US$ 7 mil millones, cuando si tuviéramos que generar energía con la compra de hidrocarburos el gasto sería en los próximos veinte años de US$15.800 millones», explicó el ministro en la sala de convenciones del Argentina Lounge, el espacio donde se concentra la delegación nacional que viajó a la Conferencia de OIEA.
Si bien los acuerdos ya fueron firmados por la presidenta Cristina Kirchner y su par Xi Jinping, aún restan definir las tasas de financiación china, teniendo en cuenta que en la negociación prima una propuesta Argentina para que el 70% de la mano de obra sea local.
«La oposición se refiere al satélite Arsat como un lavarropas»
En materia política, De Vido señaló que «el Frente para la Victoria es el único que garantiza la continuidad de esta política nuclear en la que la Argentina es faro en América Latina». Al referirse a la oposición, se mofó al recordar que «se refieren al satélite ARSAT como un lavarropas».