El acusado fue arrestado en un parador por la Dirección Departamental de Investigación (DDI) de Quilmes luego de investigaciones que incluyeron escuchas telefónicas. Mediante a estas intervenciones se supo que Ramírez viaja desde Tucumán a Florencio Varela y se establecieron operativos en puntos estratégicos.
El hombre de 33 años había enterrado a sus víctimas a 70 centímetros de profundidad en el fondo de la casa de la calle Bucarest al 700, del barrio Santa Rita.
La Justicia encontró los cadáveres tras la denuncia de una mujer, que contó que Ramírez, amigo y ex compañero del secundario, le confesó que había asesinado a su padre y a su madrastra, los enterró y luego escapó.