Rompió la carta. Directamente. Di María había hecho todo lo posible para llegar a la final contra Alemania en Brasil 2014. Se había desgarrado en los cuartos contra Bélgica y, si bien no estaba al 100%, tenía alguna expectativa. Pero el Real Madrid, por entonces su club, se interpuso. «Ángel este papel viene del club, ellos dicen que no estás para jugar y están forzando a que no te pongamos», le dijo el doctor Daniel Martínez, quien todavía hoy es el médico de la Selección. Fideo no lo quiso ni leer. Incluso, lo destruyó. Sin embargo, igualmente, se perdió lo que era la final de su vida. Pues bien, ocho años después, tendrá revancha…
Por lo menos, desde lo físico, esta vez llegará entero. Incluso, hasta con descanso. Si Di María no jugó contra Croacia no fue por una razón física, sino porque Lionel Scaloni consideró que no era necesario ponerlo y, de alguna manera, preservarlo para que llegue todavía mejor a la final. Es decir, lo tuvo como un as en la manga en el banco, pero como Argentina pudo resolver el partido antes de lo previsto, fue una carta que se guardó.
Contra Holanda, en cambio, no estaba para los 90 minutos por la molestia que sufrió en el cuádriceps contra Polonia y que lo sacó de los octavos ante Australia. Por eso, en ese encuentro por los cuartos de final, entró en el segundo tiempo suplementario, donde marcó diferencias con su velocidad.
Desde el momento que la Copa América de Brasil lo convirtió en héroe, con esa definición exquisita, con esa carrera a la gloria que rompió la pared, Di María soñó con este momento. En realidad, fue una revancha que esperó ocho años pero que hasta ese entonces, hasta el Maracanazo, no tenía bien claro si la iba a llegar a concretar.
Por eso, hubo lágrimas de tristeza aquella vez, en la previa a Alemania en 2014. «Fui a hablar con Sabella temprano, teníamos una gran relación. Le dije que si me ponía, iba a jugar aunque me rompiera, que sólo quería ser campeón del mundo. Y me largué a llorar. Estaba sobrepasado», declaró. Por eso, hubo lágrimas de emoción después de la final con Brasil, ya con la medalla tan deseada, con ese título luego de 28 años. La puerta del desquite estaba abierta otra vez…
¿Qué hará Scaloni con Fideo?
Con Di María al 100%, motivado, con esa sed de desquite por ser uno de los dos sobrevivientes de la final del 2014, habrá que ver qué decide Scaloni. Porque con él, podría volver al equipo ideal, el 4-3-3 que también probó previo a Croacia, pero que decidió no utilizarlo ya que optó por reforzar el medio con Paredes. Hoy la sensación es que si apuesta por ese sistema, Fideo tiene muchas chances de ser titular. Claro, el tema es si el DT cambia el esquema otra vez.
La amenaza Mbappé, en definitiva, su velocidad y capacidad de desequilibrio, pueden dejar a Fideo otra vez afuera de la final. Sí, justo su ex compañero del PSG. Porque si Scaloni optara por armar una estrategia defensiva para frenar al francés con cinco en el fondo, pues ahí sí Di María tendría pocas posibilidades de ir desde el inicio. Y sería una gran carta en el banco. Habrá que esperar, para eso, cómo el DT va planificando la final en estas horas…
De todas maneras, puertas adentro, hay mucha confianza en Fideo. En su calidad, en su jerarquía y en ese aura que se apoderó de él en el Maracaná. «Es un jugador de finales», dicen en el bunker argentino. La metió contra Brasil para ser campeón de América, también con Italia en la Finalissima. Y con Francia como rival hizo un tremendo gol en el Mundial pasado, para poner el 1-1, en el final del primer tiempo, de lo que sería la eliminación en octavos.
La revancha que tanto esperó, la que aguardó por ocho años, está ahí nomás. Fideo, el héroe del gol del Maracaná, todavía no hizo goles en este Mundial. Acaso, una señal más para darle un cierre a su gran historia…