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Dos nuevos testigos reavivan la búsqueda de Fernanda Aguirre

La presentación espontánea de dos personas volvió a mover el expediente de la búsqueda de Fernanda Aguirre. Un hombre y una mujer oriundos de Paraná se presentaron en el Juzgado de Instrucción a cargo de Marina Barbagelata y aportaron testimonios que abonan la hipótesis de que la joven habría sido víctima de una red de trata de personas con fines de explotación sexual. 
La jueza Barbagelata recibió el lunes el testimonio de dos personas que se habían presentado la semana pasada diciendo que tendrían datos sobre el paradero de Fernanda Aguirre. Según indicaron fuentes judiciales a EL DIARIO, se trata de dos testigos nuevos que se presentaron espontáneamente en los tribunales después de que se conocieran los dichos de una joven que dijo haber compartido cautiverio con Fernanda hace ocho años en un prostíbulo de la provincia de San Luis. 
Si bien no trascendieron detalles de sus declaraciones, se supo que los testigos son una mujer y un efectivo policial, ambos paranaenses, que no habían declarado en la causa y aportaron datos que abonan la hipótesis de que Fernanda, desaparecida desde hace diez años, habría sido insertada en una red de trata de personas. 
A raíz de estos testimonios, la jueza tomará una serie de medidas a fine de corroborar la veracidad de estos nuevos datos. 
Pistas. Tras las testimoniales, el abogado representante de la familia, Julio Federik, fue cauto respecto de los datos aportados por estos testigos, aunque admitió que “algunas de las cosas que dicen estas personas son interesantes y habrá que investigarlas”. 
El letrado prefirió la prudencia respecto de las pistas que puedan surgir a partir de estos nuevos datos, puesto que “ha habido varias personas que afirmaron que la vieron, pero cuando se verificó quiénes eran las chicas se comprobó que no tenían dada que ver con Fernanda, más allá de un cierto parecido”. 
Estos datos surgieron luego de la aparición en escena de una joven víctima de trata que dijo haber visto a Fernanda en forma esporádica, durante un lapso de tres meses, hace ocho años, entre 2005 o 2006, en un prostíbulo llamado Venus y que la reconoció a partir de una fotografía que le exhibieron tras su liberación. 
La joven declaró hace diez días ante la jueza Barbagelata, por vía telefónica, y contó las terribles condiciones en que vivía, dijo que era obligada a consumir drogas, que presentaba un severo estado de desnutrición y, respecto de Fernanda, señaló que cuando compartieron el cautiverio estaba embarazada y que dio a luz a un varón, pero que nunca pudo entablar un diálogo directo con ella. 
Al respecto, Federik señaló que la declaración que dio la joven ante la jueza “se tomó con todos los recaudos necesarios, con presencia de la fiscal, un defensor público y en la oficina de pericias del Superior Tribunal de Justicia”. 
Luego de recibir el testimonio, el abogado ofreció enviarle a la joven más fotos de Fernanda, desde distintos perfiles y situaciones, a fin de confirmar si la persona con la que estuvo es efectivamente la adolescente entrerriana, entre otras medidas dispuestas por la jueza. Sobre eso, explicó que “los resultados todavía no han llegado”. 

Diez años 
Fernanda Aguirre fue secuestrada el 25 de julio de 2004 cuando caminaba hacia su casa en San Benito. Tenía entonces 14 años. A los pocos días, la Policía detuvo a Miguel Lencina, un vecino con antecedentes penales por homicidio, y a su pareja, Mirta Analía Chaves. El hombre no llegó a ser juzgado porque apareció extrañamente ahorcado en su celda en la comisaría 5ª y la mujer fue condenada en 2007 a 17 años de prisión. Sin embargo, la joven nunca apareció. Los investigadores han seguido pistas sobre el paradero de la adolescente en las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba, Catamarca, Tierra del Fuego, Salta y también fuera del país, como fue el caso de España. Además, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación estableció una recompensa de $150.000 a quien aporte datos sobre el paradero de Fernanda.