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Dramático relato de Sergio Lapegüe internado de coronavirus: «Dolor de huesos, de espalda, fiebre…»

Sergio Lapegüe sigue internado por coronavirus, al ser considerado paciente de riesgo y desde el Sanatorio Juncal escribió un largo texto en el que repasa sus sensaciones y cuenta cada síntomas. Además, contestó las críticas de quienes aseguraron que se contagió por irse de vacaciones.

«La soledad. Estar aislado. No querer ver a nadie. Estar a oscuras por necesidad. No podés prender la TV, simplemente porque no querés escuchar nada. Silencio. Solo siento los pasos de los tremendos servidores públicos que van de un lado a otro por el pasillo del coronavirus. «Médicos, enfermeros, personal de limpieza, de servicio a la habitación. Que se arriesgan cada minuto para que los pacientes puedan cursar esta enfermedad tan desconocida como rara de la mejor manera, sin secuelas», destacó.

 

Luego hizo una crítica por cierto olvido a su labor. «Los héroes, como los llamábamos al principio, ¿se acuerdan? Cada vez que tienen que entrar a cada cuarto se visten con ropa nueva, la que se quitan cuando se van. Y la descartan en un cesto para no llevar el virus. Y de pronto controlan el oxigeno en sangre y satura bajo, ahí te ponen oxígeno para respirar mejor. Y viene la experimentada enfermera y te inyecta antibióticos, corticoides o un anticoagulante para evitar una posible trombosis. Y un mazazo cae sobre tu cabeza, que te desploma sobre la cama», continuó.

Sobre los síntomas, agregó: «No querés levantarte. Solo que pase el tiempo y que el virus se vaya cómo llegó. Estoy en el cuarto día de internación. La fiebre alta se acostó en mi cama y aún permanece. Debo reconocer que estoy pasando por varios estados. Van y vienen. Dolor de huesos, de espalda, fiebre, tos, descompostura, desgano, dormitar a cualquier hora, y a veces te agitas, te falta el aire. Algo que conozco bien por mi asma. Por suerte la neumonía está controlada, el virus no se expande, tal vez gracias al plasma de convaleconvalecciente, está en el mismo lugar, ahí en el pulmón derecho, cerca del corazón. Y con el corazón les hablo siempre«, sumó.

Por último, agradeció las muestras de apoyo. «Muchas gracias por todos los mensajes de aliento y apoyo. De verdad, me emocionan. Y son innumerables», afirmó, pero también contestó a quienes lo critican.

«Aunque sé que hay gente malintencionada que se alegra de los problemas del otro. Que opina sin saber. Ojalá puedan dejar de odiar o envidiar porque eso es malo para el corazón de cada uno de ustedes. El virus no lo traje del viaje. Lamentablemente, me contagie acá. Se los digo de corazón. Un amigo«, cerró.